jueves, 15 de diciembre de 2022

"MARRUECOSGATE"

 


Tras el escándalo de los sobornos por parte de Qatar en el Parlamento Europeo, que estalló groseramente cuando un registro policial encontró fajos de billetes en el apartamento de la ya exvicepresidenta de esa institución europea, la socialista griega, Eva Kaili, y tras la detención del padre de la conspicua ese mismo día, que se preparaba para huir con una maleta llena de dinero, una larga sombra ha caído sobre los que gobiernan Europa, una sombra que ya había empezado a caer con el escándalo, nunca aclarado, de los contratos milmillonarios con las multinacionales farmacéuticas que fabricaron las vacunas contra el Covid. Para ser rigurosos, las instituciones europeas ya estaban muy desprestigiadas por estar representadas por gente con problemas con la Justicia, personajes con currículums más que dudosos y a los que no habían elegido los ciudadanos, pero lo que está saliendo ahora a la luz va a ser la puntilla. La eurodiputada griega se encuentra detenida junto con otras tres personas, entre ellas su pareja, está imputada por los delitos de participación en organización criminal, blanqueo de capitales y corrupción. El martes 13 de diciembre fue destituida de su cargo. Según el abogado de Eva Kaili, la propia presidenta del Parlamento Europeo la envió a Qatar y, además, un funcionario de la UE fue con ella para supervisar todas las reuniones. Tremendo.

Sin embargo, el “Qatargate”, es decir, los sobornos para blanquear en Europa al régimen feudal dictatorial y criminal de Qatar, donde habrían muerto miles de trabajadores inmigrantes construyendo a toda prisa los estadios para el mundial de fútbol, no sería nada comparado con lo que se ha descubierto una vez se ha empezado a tirar del hilo: una trama de sobornos orquestada para favorecer a Marruecos donde estarían implicadas muchas personas, organismos oficiales, gobiernos y hasta la mafia italiana. Al menos 60 eurodiputados habrían sido comprados por Marruecos, con la intermediación de la mafia, para que las resoluciones de la cámara que representa a los europeos se inclinara por los deseos y las tesis alauitas. El asunto es muy grave y nadie sabe, y seguramente no lo sabremos nunca, hasta dónde llegan sus consecuencias. Pero, todo lo que ha pasado en el último año en torno al Sáhara Occidental es una buena prueba de cómo la corrupción política puede mediatizar las decisiones en política internacional. Yo sospecho, es una sospecha fundada, que tras lo que se ha descubierto no está solo Marruecos, que tiene capacidad para sobornar y poco más, seguramente hay otros actores con servicios de inteligencia más sofisticados y con contactos a todos los niveles y en todas partes. Recordemos que EE UU e Israel han apoyado a Marruecos en el contencioso del Sáhara Occidental y que hay precedentes de intervenciones de sus servicios secretos, escuchas y chantajes incluidos, en algunos países europeos ¿Por qué no iban a hacer lo mismo en las instituciones europeas? La prueba del nueve de hasta qué punto la Eurocámara y la Comisión Europea están de mierda hasta el cuello no es la detención o la expulsión de unos cuantos eurodiputados, sino qué medidas punitivas se van a adoptar contra Qatar y especialmente contra Marruecos ¿Se van a tomar duras medidas contra esos países? ¿Se van a revertir, en lo que se pueda, las medidas adoptadas en favor de Qatar y de Marruecos? Sabíamos que Marruecos tenía a senadores a sueldo en EE UU (allí esas cosas son legales) sabíamos que Marruecos tenía sobornados a representantes en la ONU de varios países, sabemos ahora que Marruecos había corrompido a un montón de eurodiputados ¿Qué nos falta por saber? Pues nos falta por saber si Marruecos también ha sobornado y/o chantajeado a políticos en España para sus aviesos intereses, y hasta dónde pueden llegar, hasta qué cargos, esos sobornos y esos chantajes donde las escuchas descubiertas del sistema israelí “Pegasus” son solo un indicio, pero un indicio muy llamativo. 

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