domingo, 3 de octubre de 2021

LA AMENAZA DE LA ESTANFLACIÓN

 


Hace unos meses advertíamos sobre la amenaza de la inflación y de la hiperinflación, a la vista de lo que estaba sucediendo en los EE UU, pues bien, una gran inflación ya la tenemos aquí y vamos camino de la hiperinflación. Tres son las cusas principales de que la inflación esté desbocada, por este orden: fabricar billones de papel moneda sin respaldo de valor y repartirlo gentilmente a particulares, empresas y bancos; operaciones especulativas generalizadas para comprar acciones de empresas petrolíferas y gasísticas, especulando también en el mercado de futuros de la energía; y el gran rebote que se produce cuando has caído muy bajo, y la economía mundial ha caído muy bajo durante la pandemia y ahora rebota. Cuando la inflación se vuelve incontrolable, porque no puedes subir los tipos de interés para encarecer el precio del dinero y que la masa monetaria disponible disminuya, tienes la tormenta perfecta. Así que algunos pensábamos que íbamos a vivir durante un largo tiempo con unos niveles de inflación muy altos con todo lo que de malo tiene esto, pero, posiblemente nos equivocábamos. Hay algo peor que la inflación y la hiperinflación, la deflación: se trata de una situación que puede provocar una disminución generalizada de los precios por un exceso de oferta o por otras causas. Para entender cómo "otras causas" pueden provocar deflación no tenemos más que recordar lo que sucedió tras la crisis financiero-inmobiliaria de 2008, cuando con un miserable 0,25 % de incremento de las pensiones los jubilados en España ganaron un buen poder adquisitivo porque había una inflación negativa ¿No se fabricó papel moneda sin reserva de valor, dinero fiat, entonces? Pues sí, los bancos centrales también lo hicieron, aunque no en las brutales cantidades que fabricaron después, especialmente durante la pandemia. Pero, aquel dinero que sirvió para salvar de la muerte súbita al sistema bancario no fue empleado para crear nuevo tejido productivo y riqueza, ni para repartirlo entre la gente (eso hubiera generado inflación) sino para recomprar acciones y sanear las cuentas de las entidades financieras, así, el dinero no circuló, y, por tanto, no se valorizó. Es de Perugrullo que por imprimir más dinero no aparece automáticamente más riqueza, por eso el sistema fiat distorsiona gravemente la economía. Pues bien, se sigue imprimiendo dinero sin respaldo de valor en cantidades estratosféricas. Las locas políticas occidentales no se resumen solo en lo comentado; millones de vehículos no van a poder salir al mercado porque faltan los componentes electrónicos que vienen de Extremo Oriente. El holgazán Occidente está en manos del sacrificado trabajador Oriente. Es la fábula de la cigarra y la hormiga en versión siglo XXI. Mientras el negocio en Occidente no está en ensuciarse las manos haciendo cosas, sino en mover papeles que no valen nada y en fabricar dinero, y así se enriquecen los más ricos y se empobrece la pequeño burguesía y los trabajadores, en Oriente todo el mundo trabaja. Ya comentamos en otras entregas que había un grave problema en los EE UU por falta de trabajadores, porque había mucha gente cobrando 2.000 dólares al mes sentados en su casa y porque a muchas empresas les era más rentable recibir fondos y especular con ellos que fabricar productos, esta situación ya la teníamos en Europa desde hace bastante tiempo y ha empezado a manifestarse ahora ya en toda su crudeza: Es más que probable que el desabastecimiento y la falta de trabajadores en algunos sectores que estamos viendo en Reino Unido no se deba exclusivamente al Brexit, es más que probable porque en España ya hay empresas que no encuentran trabajadores, desde la construcción al transporte. Y eso sucede porque cientos de miles, millones, de personas, no necesitan trabajar para vivir, en Reino Unido, en España y en gran parte de Occidente. Y todavía hay quien aboga por un Salario Básico Universal. Parece que no queremos enterarnos de que es la producción de bienes y servicios lo que da riqueza y no repartir dinero fiat. Pues, todavía hay algo peor que la inflación, la hiperinflación y la deflación, la estanflación: se trata de una situación económica que se caracteriza por un estancamiento económico a la vez que suben los precios y aumenta el paro. La amenaza de la estanflación ya enseña las orejas, han hecho todo lo posible para que esto sucediera, y algunos economistas dicen que se avecina una catástrofe; son los mismos economistas que avisaron de la amenaza de la inflación y de la hiperinflación y que entonces también llamaron agoreros, unos le ponen fecha para el año que viene y otros dicen que vamos subidos en el avión averiado de la inflación que se dirige, ineludiblemente, a estrellarse contra el mar de la estanflación, pero que no sabemos exactamente el tiempo que la aeronave estará todavía en el aire.

1 comentario:

  1. Es un poco dificil que se de esta situacion..la estanflación.termino usado por primera vez por Ian McLeod en 1965,parte de una premisa bastante útopica como es el estancamiento de la economia..la economia siempre ha sido dinamica,en los buenos y en los malos momentos,aparte de que es irrepetible,pues nunca se dan las mismas circustancias..mas bien creo que caminamos hacia una situacion como la griega..rebaja de pensiones y sueldos de funcionarios y apretarse el cinturon,es lo que nos queda..me hace gracia oir al gobierno sanchocomunista repartir el dinero a manos llenas para chorradas y tengo la sensacion ultimamente de que este gobierno vive instalado en la irrealidad y en una huida hacia delante..ha dicho la vicepresidenta Calviño que los fondos van a decepcionar a muchos..pero creo que el primer decepcionado va a ser el propio gobierno..me dá que esta vez Europa no nos va a pagar la fiesta y que con esta segunda inyeccion economia vendran medidas duras y dolorosas,aunque ud lo negaba hace algun tiempo..precisamente el tiempo será quien nos ponga en nuestro sitio,y presiento que algunos,a gusto no van a quedar

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