viernes, 29 de mayo de 2015

EL TIMO DE LA OTAN

Por mayoría simple parlamentaria, España había ingresado en la OTAN durante el mandato de Leopoldo Calvo-Sotelo, que había sustituido a Adolfo Suárez tras su dimisión y tras la fantasmada del teniente coronel Tejero, pues el verdadero, y nunca reconocido, golpe de Estado ya se había producido unas semanas antes. Recordemos que Adolfo Suárez no quiso que España entrara en la organización Atlántica, es mas, había enviado una delegación como observadora a una reunión del Movimiento de Países no Alineados, paso previo a la integración. Aquella decisión de Adolfo Suárez fue una de las causas del golpe de Estado, aunque, por supuesto, no la única.
En el acalorado debate que aconteció en el Congreso de los Diputados, el entonces líder de la oposición y secretario general del PSOE, Felipe González, espetó la siguiente frase al presidente del Gobierno de la UCD: “si por mayoría simple se entra en la OTAN, por mayoría simple se sale”. El partido socialista siempre había estado en contra de entrar en la organización militar Atlántica, y muchos de sus dirigentes habían participado en manifestaciones y mítines bajo el slogan de “OTAN, no”. Entre esos conspicuos socialista sobresalía por su beligerancia Javier Solana, que en un mitin en Vallecas se despachó a gusto con sus críticas y su puño en alto. Años después, como usted sabe, llegaría a ser secretario general de la Alianza.
En el año 1.982, los socialistas llegan al poder, pero descubrimos que no tenían mucha prisa por sacar a España de la OTAN, como habían prometido. No lo hicieron llevando el asunto al Parlamento, como había dicho González a Calvo-Sotelo, y convocaron un referéndum tramposo, que se celebró el 12 de marzo de 1.986, que es el mayor timo y la mayor tomadura de pelo a los ciudadanos de este país que recuerdo.
La campaña de los socialistas para el referéndum sobre la OTAN ya dejaba ver sus verdaderas intenciones y mucho mas el nuevo slogan, que mutó a “OTAN, de entrada no”.
Pocos días antes de la celebración del referéndum, Felipe González apareció en las pantallas de TV para decir a los españoles que había cambiado de opinión y que ahora consideraba que España debía permanecer en la OTAN y que si queríamos estar en la UE también teníamos la obligación de estar en la Alianza. Mintió, pues todos sabemos que Suecia, Finlandia, Irlanda y Austria, por ejemplo, son miembros de la UE, pero no pertenecen a la OTAN. Hubo algún socialista con principios que no tragó, como el entonces ministro de Exteriores, Fernando Morán, que presentó la dimisión.
Para engatusar a los españoles, Felipe González desplegó todas sus artes. El referéndum incluiría tres preguntas o condiciones para entrar en la Alianza:
1-La participación de España en la Alianza Atlántica no incluirá su incorporación a la estructura militar integrada.
2-Se mantendrá la prohibición de instalar, almacenar, o introducir armas nucleares en territorio español
3-Se procederá a la reducción progresiva de la presencia militar de los EE UU en España.
Ganó el sí, pero el referéndum tuvo guasa, porque AP, el partido que dirigía Manuel Fraga, y germen del actual PP, que era mas atlantista que nadie, pidió la abstención.
Hoy España está en la estructura militar integrada de la OTAN, los buques de superficie y submarinos norteamericanos que hacen escala en nuestros puertos y navegan por nuestras aguas llevan armas nucleares, y Zapatero aumentó los efectivos USA en Rota (Cádiz) en 1.500 hombres mas y cuatro destructores con sistema de armas antimisiles Aegis. Por si todo esto fuera poco y para mas mofa a los españoles y a su mandato, el Gobierno del PP acaba de autorizar el despliegue permanente en la base de Morón de la Frontera (Sevilla) de unos 3.000 efectivos norteamericanos más, convirtiendo esta base, que es la única fuera de los EE UU que cuenta con un telescopio de vigilancia y seguimiento de blancos en el espacio, junto a la base aeronaval de Rota, en objetivos prioritarios para los misiles estratégicos rusos “Bulavá” (SLBM en submarinos estratégicos clase “Borey”) con 10 ojivas nucleares, y los de crucero, también atómicos, que portan los nuevos submarinos rusos de ataque clase “Yasen” (sustituyen a la clase “Akula”) misiles que tienen un alcance de mas de 5.000 kilómetros y que, como los “Bulavá”, son muy difíciles de interceptar.




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