viernes, 10 de abril de 2015

EL JUEZ RUZ Y EL SÁHARA

El juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, ha procesado a 11 altos cargos marroquíes por los delitos de genocidio y otros crímenes cometidos contra la población del Sáhara entre los años 1.975 y 1.992. De esta forma la Justicia española ha vuelto a poner sobre la mesa un conflicto que muchos quieren dar por olvidado y sacado a la luz lo que sucedió con aquella tierra y aquellas gentes, que estaban bajo la tutela de España.
Las atrocidades cometidas por el régimen marroquí desde la independencia vuelven a la actualidad, estamos hablando de un reino donde cualquier voz disonante era acallada y donde la tortura y las cárceles secretas del Atlas formaban parte del entramado represivo del Estado. Pero, si la oposición interna ara aplastada sin contemplaciones, mucho peor fue lo que aconteció en el Sáhara tras la retirada de España. Los saharauis que no quisieron permanecer bajo el yugo marroquí iniciaron una travesía por el desierto hacia la frontera con Argelia. No todos llegaron, porque cazabombarderos Northrop F-5 de la aviación marroquí bombardearon a hombres, mujeres y niños con napalm (bombas de fósforo blanco con gasolina gelatinosa) en una masacre a la que no se dio publicidad. Al tiempo, las fuerzas de seguridad marroquíes arrestaron a cientos de personas en El Aiún y las sometieron a todo tipo de torturas. También se asesinó a muchos saharauis, algunos incluso fueron enterrados vivos. Entre aquellos patriotas y entre aquellas víctimas había una muchacha de 20 años, se llamaba Aminatu Haidar, que hoy todavía siente recato de contar todo lo que le hicieron, entre otras cosas la tuvieron 3 años con los ojos vendados.
Como sucedió después con los talibanes y el yihadismo, Occidente y, en particular, los EE UU, utilizaron a Marruecos como un instrumento mas en la lucha estratégica del tablero mundial, no olvidemos que Argelia era aliada de la URSS y el Frente Polisario aliado de Argelia. España, con el tirano caudillo agonizando, obedeció las órdenes de abandonar a los saharauis a su suerte.
Pero, el pueblo español no los ha olvidado. Son cientos los niños saharauis que veranean todos los años en casas españolas y que aprovechan su estancia aquí para operarse y paliar algunas secuelas de su difícil vida en los campamentos de Tinduf. Condenados a vivir una vida de miseria cuando son los legítimos dueños de una tierra rica en petróleo y fosfatos y que tiene la plataforma marítima con mas pesca.
La Justicia no entiende de componendas y de complicidades, sino de Derecho, y por eso el juez Ruz ha dado trámite a las denuncias de los crímenes de Marruecos en el Sáhara.

Es de esperar, como ha hecho siempre, la respuesta chantajista e intimidatoria del reino alauí, y, seguramente, el Gobierno de España otra vez se baje los pantalones. Pero este país es un Estado de Derecho y el poder judicial no está a las órdenes del Ejecutivo. Afortunadamente.

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