Los resultados de las elecciones
europeas pusieron la puntilla a los problemas ideológicos y territoriales que
venía arrastrando el PSOE, porque perder 2,5 millones de votos, cuando uno ya
está bajo mínimos, es un castigo mayúsculo. Los socialistas están ahora
ocupados en poner una nueva cara como remiendo, a ser posible con imagen
juvenil, a un partido sin alternativas progresistas a los problemas de la gente
y donde los navajazos traperos ya proliferan por todas partes. Pero, el PP, que
ganó las elecciones europeas, sí, pero que también perdió otros 2,5 millones de
votos, también ha hecho su lectura del correctivo que le han aplicado los
españoles. Si estos resultados los trasladamos a las elecciones autonómicas y
municipales, se han dicho los populares, no nos comeremos un rosco. Es por eso
que, de repente, ha empezado a sonar con fuerza la idea de reformar la Ley para
que el alcalde sea siempre el cabeza de la lista mas votada. En principio
parece una solemne tontería, porque ¿para que sirve tener un alcalde o un
presidente de una comunidad autónoma o del Gobierno central en minoría, sin
poder sacar ni una sola iniciativa adelante? Pero en el país de la
irresponsabilidad y los chanchullos todo es posible.
El PP ha mostrado su cara
mas derechista en el Gobierno del Estado, con medidas salvajes como la Reforma
Laboral, que ha permitido a las empresas poner a centenares de miles de
trabajadores en la calle casi gratis, pero, el chollo de la derecha y donde los
populares han hecho realmente el agosto son los ayuntamientos, donde las
privatizaciones a dedo proliferan como hongos, casi tanto como las “mordidas”
asociadas. Que IU y los “perrofrautas” de Podemos den “el abrazo del oso” a los
socialistas y acaben con todo esto da mucho miedo.
La derecha está cometiendo graves
errores en los ayuntamientos, permitiendo, por ejemplo, a las grandes
multinacionales entrar en el negocio del taxi a costa de unos muy sufridos
autónomos que se han tenido que endeudar para conseguir una plaza y un coche y
que trabajan muchas horas diarias para sacar a su familia adelante. Tener a los
taxistas en contra es peor que las antiguas octavillas de los comunistas.
La ocurrencia de que sea siempre
alcalde el candidato de la lista mas votada también puede tener consecuencias
en la izquierda. No es la mismo una “Gran Coalición” en el Gobierno central
entre socialistas y populares que pequeñas coaliciones en pueblos y ciudades
entre el bipartidismo, porque eso se vende muy mal. La iniciativa del PP podría
provocar que la izquierda se uniera en listas únicas y eso sí que podría ser
una auténtica debacle para la derecha. Creo que fue en las elecciones
municipales de 1.931 donde ocurrió algo así y entonces hasta los borbones
tuvieron que salir por pies.
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