domingo, 17 de noviembre de 2013

LA FALTA DE SEGURIDAD EN ASTURIANA DE ZINC

En Asturias se han hecho tristemente frecuentes los accidentes, con vertidos y emisiones, en algunas de las grandes empresas asentadas en nuestra región. Todos recordamos las gigantescas nubes provocadas por Arcelor, las fugas de fuel de la central electrotérmica de HC Aboño, o las fechorías de la papelera de Navia, por poner solo tres ejemplos llamativos, pero estas cosas suceden mas frecuentemente de lo que piensa mucha gente, sin que existan inspecciones y sanciones adecuadas. En Villaviciosa, como todos sabemos, hubo un vertido a la ría, mas grave que otros habituales, que acabó con toda su riqueza de bivalvos, sin que nadie, salvo los mariscadores y el sufrido contribuyente, haya pagado por ello.
Pero, además, en Asturias hay factorías que deben tener especial cuidado con la prevención y la seguridad, porque en su proceso productivo intervienen materiales altamente tóxicos y muy peligrosos para el medio ambiente y las personas, me refiero, concretamente, a la planta química de la multinacional DuPont, situada en el valle de Tamón o a la que Asturiana de Zinc tiene en San Juan de Nieva. Para que los obligados protocolos se cumplan los poderes públicos tienen que hacer también su trabajo, pues no es ninguna novedad que muchas industrias privadas ponen mas interés en el beneficio que en la seguridad. En el Gobierno del Principado yo no he visto tomarse estos asuntos en serio a nadie salvo al que fue consejero de Justicia, Seguridad Pública, y Relaciones Exteriores (entre 2.003 y 2.007) en el Gobierno de Areces, Francisco Javier García Valledor, entonces diputado de IU.
Estos días, a la consternación de los 50 mas gravemente afectados por las emisiones tóxicas de mercurio de Asturiana de Zinc y a la acampada, con huelga de hambre, de protesta, delante de las instalaciones de la factoría, de 5 de ellos, se ha unido la muerte por electrocución de José Antonio González, “Toñín”, trabajador de una empresa subcontratada. También quiero mencionar que, Alfredo Rodríguez, uno de los acampados, ha tenido que ser ingresado en el hospital por el deterioro de su estado de salud.
Asturiana de Zinc , una empresa constituida el 8 de octubre de 1.957, tiene en su factoría de San Juan de Nieva una de las plantas con menor coste operativo del mundo. Después de las últimas inversiones realizadas, ha alcanzado una producción de 510.000 toneladas. Se obtiene Zinc y otros productos asociados, como plomo, germanio, ácido sulfúrico y plata. Esta empresa ha tenido problemas administrativos e incluso de corrupción, que llenarían un amplio expediente, pero vamos a centrarnos en lo mas importante: Todos los que trabajan en esa factoría conocen las graves deficiencias de seguridad, y son frecuentes los charcos de mercurio y las filtraciones de tóxicos en tuberías y en las balsas de contención, con fugas que, a veces, acaban en el mar.
La actividad de empresas subcontratadas en Asturiana de Zinc es habitual, algunas llevan años trabajando allí. Se les exige firmar rigurosos protocolos de seguridad, pero solo para eludir posibles responsabilidades. Es normal que algunos trabajadores tengan que soldar en depósitos con restos de mercurio que llenaría calderos. La dirección de Asturiana de Zinc, consciente de su mala imagen, ya contrató los servicios de una consultora para intentar mejorarla en 2.011. Ya en esas fechas, el resultado de las encuestas realizadas entre los empleados de la propia empresa, en cuanto al clima de trabajo, fue pésimo, en concreto, el peor de todo el grupo.
Hay políticos/as en esta región que han dicho que “si queremos fábricas, tendremos que vivir con el humo. Esa es la filosofía de los mismos que quieren poner una incineradora de basuras, pero que, naturalmente, no viven ni en Serín, ni en Jove, ni en Monteana ni en Salinas.
Se puede y se debe mejorar la calidad medioambiental de nuestra tierra y salvaguardar la salud de los asturianos, que es lo mas importante. Asturiana de Zinc, una empresa que estimamos en todo lo que vale, mas en los tiempos que corren, debe hacer un gran esfuerzo por mejorar los protocolos de seguridad, activa y pasiva, en bien de todos, pero, particularmente de sus trabajadores que debería ser lo mismo que decir de la propia empresa.
Ya no podemos hacer nada por “Toñín”, pero sí por nuestra Asturias y por los afectados por el envenenamiento de mercurio, que no pueden ser abandonados a su suerte.


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