jueves, 11 de enero de 2024

LA TRAICIÓN YA ES EVIDENTE

 


A mí, al contrario que a Pablo Iglesias, que dijo que había que normalizar el insulto, no me gusta insultar a la gente, tampoco a los políticos, aunque a veces se lo merezcan. Además, las descalificaciones personales y el insulto es a lo que siempre, siempre siempre, recurren los que carecen de mejores argumentos. Pero, una cosa es el insulto y otra llamar a las cosas por su nombre, como nos gusta hacer a los asturianos. En mi barrio llamamos traidores a los que te traicionan. Pues bien, y no me importa coincidir con los que, desde mis antípodas políticas, utilizan este calificativo como insulto, tenemos a los traidores en el Gobierno de España, ya es evidente.

Gobernar mal, equivocarse y hasta cometer alguna fechoría, entra dentro de lo tolerable, incluso puede ser subjetivo, pero la traición es inadmisible. Los gabinetes ministeriales de Sánchez han gobernado bien para unos y mal para otros, a veces, aunque no siempre, el aprobado o el suspenso ha tenido mucho que ver con la ideología política del calificador, pero hubo un punto de inflexión, al menos para mí, en que la traición se vislumbraba entre bambalinas, fue la cesión que hizo Sánchez de la soberanía del Sahara Occidental a Marruecos. Aquello no solo fue una traición al pueblo saharaui, pasarse por la entrepierna la legalidad internacional que emana de la ONU, bien por el chantaje de Marruecos, bien por órdenes de EE UU o bien por ambas cosas, también fue una traición a España, la potencia administradora. Los traidores no lo suelen ser puntualmente, lo son casi siempre a jornada completa, y las personas no cambian con el tiempo, el tiempo solo sirve para conocerlas mejor. Ya los conocemos perfectamente.

Ha habido muchas críticas en el pasado reciente sobre los pactos del PSOE con otras fuerzas políticas para poder gobernar. La derecha y algunos poderes fácticos se subían por las paredes cuando Sánchez pactó con Iglesias. El tiempo demostró que Podemos ni eran "peligrosos comunistas" ni nada que se le parezca, explícita o tácitamente, tragaron con todo a cambio de algunas medidas sociales y de locas leyes de género y trans. Tragaron con la OTAN, tragaron con aumentar la presencia militar de EE UU en Rota, tragaron con enviar armas a Ucrania y tragaron con lo del Sáhara, porque ¿Verdad que ni rompieron el Gobierno ni amenazaron a Sánchez con romperlo? Pero, otra cosa fueron los acuerdos con los exterroristas de Bildu y con los independentistas catalanes. Yo siempre tengo presentes, entre todas las víctimas de ETA, a las cinco niñas asesinadas en el atentado a la casa cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza, y a aquella abuela, llevada en volandas entre dos miembros de la Benemérita, que daba gritos al cielo. Por eso yo nunca pactaría con Bildu hasta verlos llorar de arrepentimiento y hasta que las familias de las víctimas me dijeran que se lo creen. Sin embargo, y a pesar de que hay que tener mucho estómago y muy poca vergüenza para pactar con ese tipo de gente, yo creo que son aún peores los pactos con los independentistas catalanes, no solo porque los de Bildu no han ido al Congreso de los Diputados o al Senado a insultar a España y a los españoles de manera tan explícita como los de Junts, también porque estoy totalmente convencido que los independentistas catalanes son más peligrosos para el Estado que los que no hace tanto tiempo ponían bombas y asesinaban de un tiro en la nuca.

Nogueras, la portavoz de Junts, ya había apartado la bandera de España en una rueda de prensa sin que, por cierto, nadie de los presentes tuviera arrestos para volver a colocarla en su sitio inmediatamente o abandonar la sala. Pero los insultos a España y a los españoles en la patética jornada del miércoles 10 de enero de 2024, al menos para mí, quedarán marcados en la historia de la ignominia de este país. Cómo diría Hugo Chávez, olía a azufre el estrado del Senado, pero también los asientos de los miembros del Gobierno y los escaños de los que lo sustentan. Chávez llamó a Bush "el diablo", yo llama a todos esos, sin ambages, traidores.

Esto es lo que han dado Sánchez a los que nos insultan a cambio de solo un apoyo puntual: 1-Suprimir el artículo de la Ley de Enjuiciamiento Civil que paralizaba la amnistía en caso de que fuera elevada a Europa (garantiza la impunidad de Puigdemont y sus secuaces de todos sus delitos). 2- Revertir el decreto que favoreció la marcha de empresas de Cataluña (todos los españoles pagaremos con nuestros impuestos beneficios fiscales para las empresas que regresen). 3- Cesión total de las competencias de inmigración (los mismos que favorecieron la llegada masiva de inmigrantes marroquíes, ahora que el asunto se les ha ido de las manos, podrán endosar al resto de España a todos los que no quieran. también se podrán negar a admitir Menas y no queda claro si Cataluña también va a controlar sus fronteras). 4- Publicación de balanzas fiscales (Cataluña se descolgará de los acuerdos interterritoriales y de la solidaridad entre CC AA que consagra la Constitución). 5- El Estado asume el coste de las bonificaciones del transporte público (todos los españoles pagaremos la gratuidad del transporte público de los catalanes). 6- IVA del 0% al aceite de oliva (queda a voluntad del gobierno central si solo para Cataluña o para toda España). En próximos días Sánchez se entrevistará "en secreto" con Puigdemont en Ginebra (Suiza) con un "mediador internacional", para seguir negociando.

Lo peor de todo es que, aunque en el futuro cambie el gobierno de España, muchas de esas medidas serán difícilmente reversibles sin que se produzcan gravísimas tensiones. Lo voy a espetar sin tapujos para que luego no se diga que nadie lo vio venir: Esto se parece mucho a lo que sucedió en Yugoslavia y los independentistas y sus padrinos, con estudios militares tácticos y estratégicos muy profesionales, hasta en los más mínimos detalles, ya lo tienen previsto. 

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