Aunque la NAVY seguía prefiriendo los F-18 Super Hornet (la versión más moderna de los F-18) a los nuevos F-35, por muchas razones que no vamos a desarrollar aquí, presiones políticas y nuevas tácticas de combate han ido imponiendo los F-35, un caza de quinta generación, no de cuarta, ni de cuarta+ o cuarta ++. Si España no se quiere quedar descolgada tecnológicamente viendo como, no solo los aliados europeos, también Marruecos y Argelia acceden a cazas de quinta generación no le queda otra que comprar los F-35 (el caza europeo de quinta o sexta generación, si llega a ver la luz, se puede demorar 15 ó 20 años) pero, como sucedió en el programa FACA, vamos a ver que opción, dentro de lo irremediable, nos interesa más: El F-35 se fabrica en tres versiones, el F-35A, la versión estándar, que es la que está comprando casi todos los países de la OTAN, el F-35 B, de despegue y aterrizaje vertical, que la versión que portan los buques de asalto de EE UU (pequeños portaaviones) y la que ha comprado el Reino Unido para sus grandes portaaviones, y el F-35C, que es la versión navalizada del F-35A y que llevan los grandes portaaviones de los EE UU. En España se había barajado comprar los F-35B para desplegarlos en el buque de proyección estratégica "Juan Carlos I", para sustituir a los viejos aviones de despegue y aterrizaje vertical AV-8 Harrier, también al límite de su vida útil, pero, yo no creo que esa sea la versión del F-35 que interesa a España, sino el F-35C. Por supuesto, el F-35C no puede operar desde el "Juan Carlos I", pero España no tiene intereses imperiales al otro lado del océano, nuestros potenciales enemigos están muy cerca, y nuestro país ya posee tres magníficos portaaviones: La Península, Baleares y Canarias. El F-35C es la variante naval, con alas plegables y de mayor tamaño, superficies de control más grandes, para mejorar el control a bajas velocidades, y un tren de aterrizaje reforzado, para "tirarse" sobre los portaaviones (en las otras versiones el tren de aterrizaje es uno de los puntos débiles de los F-35). Los F-35C pueden operar, por tanto, en pistas cortas, como tramos de carretera, y esconderse en túneles de carreteras o autovías fácilmente, gracias a sus alas plegables (con todas las ventajas que eso tiene). Su radio de acción también está aumentado, pues sus depósitos de combustible son más grandes. Yo soy partidario de que, a pesar de que estarían basados en tierra, los F-35C españoles sean aparados de la Armada, que no perdería su ala de caza, y que podrían operar tanto en misiones de apoyo al asalto, con mucha más solvencia y mejores prestaciones que los F-35B, como en operaciones antibuque, con la discreción que les otorga su baja firma en el radar. Turquía, que posee un buque gemelo al "Juan Carlos I", está desplegando en él drones pesados, que aprovechan su rampa inclinada para despejar, complementados con varios tipos de helicópteros. Pero, por razones políticas y de eficacia, Turquía no parece interesada, con mucho acierto, en la variante del F-35 B, como no debería estarlo España. Igualmente que en el programa FACA, estamos hablando de una gran inversión (serían unos muy caros 30 aviones) y para muchos años, no podemos equivocarnos.
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