domingo, 17 de septiembre de 2023

¿SORPRESA?

 


Mientras todo el mundo está centrado en las negociaciones para formar una nueva mayoría de gobierno que incluya a nacionalistas e independentistas, comprendidos también entre estos últimos a Junts, la formación política heredera de CIU cuyo líder se encuentra fugado de la Justicia en Waterloo, y mientras todos parecen actuar bajo ese guion, algunos, que ya creemos conocer cómo actúa Sánchez, empezamos a tener la sospecha de que todo se trata de una treta y que en realidad el presidente del gobierno interino y secretario general del PSOE se va a acabar envolviendo en la bandera de España, llevar al país a nuevas elecciones el 14 de enero y dejar a todos con el culo al aire y con cara de tontos. Cuando digo a todos, contemplo a la oposición de derechas, a los nacionalistas e independentistas e incluso a sus socios de Sumar (que son los que con más cara de idiotas se podrían quedar), de hecho el PSOE está marginando a los de Yolanda Díaz en la negociación con Puigdemont y desdeña "sus aportaciones"; los socialistas afirman que no están hablando aún  del programa de gobierno con Díaz y que "su propuesta de ley de amnistía es intrascendente". 

Todos le están haciendo la campaña a Sánchez sin enterarse y este seguramente hará lo que nadie espera ¿Alguien esperaba que iba a convocar elecciones el 23J, con medio país de vacaciones y sin dar tiempo a una larga campaña electoral de desgaste? Sánchez empieza a ser un problema para sus propios padrinos, sus piruetas inverosímiles y sus juegos de triles los desconciertan. Hay gente que dice que incluso para la monarquía. Hace unos días el presidente del gobierno interino y líder del PSOE pronunció un discurso en la sede de la CEOE, con veladas críticas a la corona incluidas, que no gustó nada a los grandes empresarios de este país: "Se ha pasado" o "ha perdido los papeles", eran los comentarios que se escuchaban. Sánchez no es Sanna Marin, la socialdemócrata finlandesa que organizaba fiestas en su residencia oficial  y que después de meter a su país en la OTAN perdió las elecciones legislativas en abril, ha renunciado a su escaño en el parlamento y trabajará en la fundación financiada por George Soros que preside el exprimer ministro británico Toni Blair, Sánchez quiere ser algo más que un peón útil cuyo final está predestinado en la partida, al menos quiere ser un alfil en el tablero de ajedrez.

Así que a mí me parece muy gracioso todo lo que estoy observando y escuchando estos días, ver y oír como el que hablaba catalán en la intimidad y el que prefirió gobernar con CIU en vez de con IU, ponen el grito en el cielo con la amnistía (no tienen autoridad moral), como el PP le hace la campaña Sánchez y como Yolanda Díaz hace carantoñas a Puigdemont para lograr un "gobierno apoyado por una mayoría progresista", es decir, por, entre otros, el PNV y por Junts. Para mear y no echar gota.

Puede que haya sorpresa y que yo también me sorprenda. Veremos.


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