lunes, 10 de julio de 2023

UNA DECISIÓN MUY IMPORTANTE

 


La encrucijada: España debe tomar una decisión muy importante y lo debe hacer ya mismo, salvo que se prefiera dejar a nuestro país indefenso y a nuestras FF AA sin la capacidad de cumplir con el mandato constitucional. Dado que los cazabombarderos F-18 de nuestro Ejército del Aire están a punto de cumplir su vida útil (los destinados en Canarias, comprados de segunda mano a EE UU, la cumplirán en unos meses) es urgente tomar la decisión para su reemplazo, ante las amenazas que por el Sur (olvídese usted de la “amenaza rusa”) se ciernen sobre nuestro país. La disyuntiva se centra en comprar más cazas europeos Eurofighter Typhoon, programa en el que participa en forma minoritaria España, y de los que el Ejército del aire ya cuenta con 73, pero que es un aparato de cuarta generación, o en comprar el F-35, el caza de quinta generación que están adquiriendo casi todos los miembros de la OTAN, y también otros países, como Marruecos. En junio de 2022 se oficializó la compra, por importe de 2.043 millones de euros, de un lote de 20 nuevas unidades de la última versión del Eurofighter (no serán entregados hasta 2026) para reemplazar a los Eurofighter de versiones anteriores que serán destinados, a su vez, a Canarias para sustituir, de forma inmediata, a los más viejos F-18. Pero, habrá que sustituir a todos los F-18 y hacerlo por cazas de cuarta generación sería un grave error, porque la superioridad aérea de España en el área Estrecho-Canarias quedaría más que en entredicho. También los AV-8 Harrier del buque de proyección estratégica Juan Carlos I están cerca del límite de su vida útil y hay gente que ya está diciendo que deben ser sustituidos por los F-35B (despegue y aterrizaje vertical y único con esas características actualmente en el mercado) para que la Armada puede seguir teniendo un ala embarcada.

Antecedentes: A finales de los años 70 y principios de los 80 ya hubo acalorados debates en España en torno al programa FACA (Futuro Avión de Combate y Ataque), en aquellas discusiones no solo intervinieron expertos militares y los Gobiernos de UCD y del PSOE, también hasta militares de la UMD que habían sido represaliados y estaban en el PCE. Aunque bien podría, no voy a contar aquí todas las vicisitudes, necesitaría un libro entero, solo decir que, tras ser descartado, por razones políticas, el sueco Saab37 Viggen, la discusión de centró entre adquirir los F-16, que estaban comprando todos los aliados de EE UU (como ahora los F-35) y el F-18, cuya versión navalizada había adquirido la NAVY. La capacidad para portar nuevas armas, el radar para ataques a tierra y sus dos motores inclinaron la balanza, muy sabiamente, por los F-18, decisión que también tomarían Canadá y Australia. Había un problema, pues ambos aviones eran de procedencia estadounidense y USA había impedido a España usar sus Sabre y T-33 durante los conflictos de Sidi Ifni y del Sáhara. Se dijo que eso no volvería a suceder, pero los F-18 que se recibieron llegaron con el software “capado”, para poder realizar algunas misiones ¿por presiones de Reino Unido? y el problema tuvo que ser solucionado por los técnicos españoles, no sin poner gravemente en peligro la aviónica de las aeronaves.

Mi opinión: Yo no compraría más cazas de cuarta generación y ante la imposibilidad política de comprar aparatos de quinta, seguramente mejores y más baratos, como pueden ser el ruso Su-57 o el chino J-20, y que no se sabe si finalmente Europa tendrá un caza de sexta generación y cuantos decenios se puede demorar eso, solo se pueden adquirir los estadounidenses F-35, pero, navegando contra la corriente, como se hizo en el programa FACA, no compraría el F-35A. que es la versión que están comprando todas las fuerzas aéreas, sino el F-35C, que es la versión de la NAVY. Las razones son contundentes: mayor capacidad para portar más peso de armas y combustible, mayor capacidad para aterrizar y despejar en pistas cortas, mayor maniobrabilidad en combate cerrado y alas plegables y tren de aterrizaje reforzado (el tren muy frágil es uno de los mayores defectos del F-35A) Si quisiéramos usar un avión desde tramos de autopista y guardarlo de ataques en sus túneles necesitaríamos un aparato con esas características. Debemos tener en cuenta que los aeródromos son extraordinariamente vulnerables a las armas modernas, como son misiles de largo alcance. También renunciaría a comprar los F-35B para la Armada, pues, si las prestaciones de las otras dos versiones no son para tirar cohetes, la de despegue y aterrizaje vertical aún es más decepcionante y más propensa a accidentes, como ya hemos visto en varios casos. Eliminaría la rampa al Juan Carlos I, le cambiaría el nombre, de paso, por Felipe VI y solo portaría helicópteros, de ataque, de transporte y antisubmarinos. El apoyo aéreo se aportaría desde Canarias, donde tendría que ir destinado un escuadrón de F-35C, con base en Tierra, pero de la Armada, y desde la Península. España no tiene intereses estratégicos fuera de nuestras fronteras y aquí ya tenemos tres magníficos portaaviones, en la Península y en los archipiélagos de Baleares y Canarias. Habrá gente que diga que no hay que gastar dinero en armas, serían los primeros en salir corriendo si nos atacaran, desgraciadamente, no estamos en el mundo de yupi, las personas serias tenemos que nadar en el mar de la irresponsabilidad para no ahogarnos, el estilo no es lo más importante. Eso sí, se admiten recomendaciones y consejos para dejar clarito a EE UU, el vendedor, que España, si compra, no admite ni chantajes ni vetos.

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