domingo, 29 de marzo de 2020

EL CORONAPITILLO


El Gobierno de España, ante la grave situación sanitaria que vive el país provocada por la pandemia del coronavirus, ha tomado la decisión de paralizar toda actividad económica no relacionada con el abastecimiento vital de la población ¿toda? pues, no toda, digamos la verdad, hay una actividad que va a seguir funcionando y no tiene nada que ver ni con la alimentación, ni con los medicamentos, van a seguir abiertos los estancos. Cuando escribo estas líneas en España llevamos unos 6.000 muertos por coronavirus y en todo el mundo unos 30.000 y ya ve usted la que se ha liado, no voy a entrar ahora en los detalles. Sin embargo, el año pasado murieron en España casi 60.000 personas por tabaquismo, y en el mundo más de ocho millones, unos siete millones de fumadores y más de 1,2 millones de personas no fumadoras expuestas al humo de los cigarrillos, y no se ha hecho nada para acabar con este drama. Hay gente que piensa que los estancos van a seguir abiertos porque Hacienda recauda mucho por los impuestos al tabaco, sin embargo, los gastos sanitarios por tabaquismo, con tremendos cánceres y graves enfermedades respiratorias que requieren caros y largos tratamientos, ya están muy cerca de lo que se recauda y, una vez que toda la economía se va a ir al cuerno, qué importaría que se fuera un poco más. La verdadera razón por la que los estancos van a seguir abiertos es porque el tabaquismo, en este caso el síndrome de abstinencia que podría provocar la falta de cigarrillos a una gran parte de la población si se cerraran, provocaría un estado de ansiedad en mucha gente que no se sabe en qué podría desembocar. Dicho sea de paso, el Gobierno debería explicarnos qué se está haciendo con los adictos a otras drogas más fuertes, adicciones que provocan patologías y síndromes de abstinencia aún más graves producto de un tráfico ilegal que se lleva permitiendo desde hace mucho tiempo ¿los traficantes de cocaína y heroína, por ejemplo, podrán seguir con sus actividades en Las Cañadas Reales y en Las Tres Mil Viviendas y los yonquis saliendo de sus casas a comprar drogas, o las drogas se las llevarán a casa los empleados de Correos, que van a seguir trabajando? El bicho ha venido a poner muchas cosas patas arriba, muchas cosas que se estaban haciendo mal, y a dejar a algunos ahora con la cara colorada. El coronavirus mata al contado y sin que tú lo desees, pero los fumadores, de motu proprio y con la ayuda del Gobierno, han decidido hacerlo en cómodos plazos. Vale, pero, por favor, no me tiren ustedes las colillas por las ventanas, sé de qué hablo.

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