martes, 29 de octubre de 2019

UN GOLPE DE ESTADO DE FACTO


Más peligrosos que los golpes de Estado explícitos, son los golpes de Estado de facto, porque de estos segundos no siempre se es totalmente consciente y, en consecuencia, no se reacciona contra ellos. En España tenemos el perfecto ejemplo de un golpe de Estado de facto, el que se dio en 1.981, no la “tejerada” del 23F, sino el que se produjo unas semanas antes y que obligó al presidente Adolfo Suárez a dimitir. Aquello fue un golpe de Estado en toda regla que descabalgó de su puesto al presidente del Gobierno y que dio un giro de 180 grados a algunas políticas que había mantenido el Gobierno de la UCD, como la entrada en la OTAN o el reconocimiento del Estado de Israel. Pero, a la gente lo que ha quedado en la memoria es la entrada de Tejero en el Congreso de los Diputados y el discurso del rey Juan Carlos a altas horas de la noche. Pues, yo creo que lo que ahora está sucediendo en Cataluña es también un golpe de Estado de facto y que tiene toda la pinta de triunfar, como triunfó el de 1.981. Es la segunda edición del que los independentistas catalanes dieron en 2.017, con la declaración de independencia en el Parlament, pero ahora no es un golpe institucional, contra el que el Estado reaccionó con la aplicación del Artículo 155 de la Constitución, han aprendido mucho y tienen buenos asesores, es un golpe de Estado en las calles, en las plazas, en las autopistas, en las estaciones de ferrocarril, es las escuelas y los institutos, con violencia cuando la estiman necesaria para completar sus otras acciones y para “hacerse visibles en el Exterior”. Es evidente que el golpe de Estado al que estamos asistiendo en Cataluña ha logrado convertir a todos los catalanes en rehenes de los golpistas y que, mientras esto sucede, el Gobierno central está desaparecido, solo preocupado, como otras fuerzas políticas, por obtener buenos resultados en las próximas elecciones. En ningún país del mundo te cambian los planes de estudios para que, aunque faltes a clase, puedas aprobar las asignaturas o se ataca impunemente a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y los violentos no son las células de terrorismo urbano perfectamente dirigidas por las autoridades regionales, son los policías que se defienden. Los derechos constitucionales y la Ley ya no rigen en Cataluña, solo rige la dictadura independentista. Un golpe de Estado de facto, pero, un golpe de Estado a fin de cuentas. A ver si nos damos por enterados.

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