martes, 25 de octubre de 2016

LOS DISCURSOS DEL PLENO DE INVESTIDURA

Pocas veces hay algo tan previsible como lo que vamos a ver y escuchar en la comedia que el bipartidismo va a montar alrededor de la votación para la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno. Cuando escribo estas líneas lo único que queda por decidir es si serán solo once los votos socialistas que se abstendrán (lo que han dado en llamar abstención técnica) o si Susana Díaz, Javier Fernández y los demás golpistas obligarán a todo el grupo parlamentario a votar no, humillando a los partidarios de Pedro Sánchez con una derrota y un escarnio públicos. Sería una torpeza, porque la foto sería la de la fractura cainita y la ruptura con el PSC, salvo que los díscolos se la envainen, que todo podría suceder.
Cuando algunos conspicuos del PP, ante la debilidad del PSOE, empezaron a decir que con la abstención no tenían suficiente y que los socialistas tendrían que aprobarles los Presupuestos y garantizarles la gobernabilidad, inteligentemente los poderes económicos, y fácticos en general, pusieron un punto de sensatez, advirtiendo que no había que hacer demasiada sangre al PSOE ni pisotear demasiado a los socialistas porque los necesitaban vivos. Eso no quiere decir, ni mucho menos, que al PSOE le permitan ya el libre albedrío, lo tienen bien cogido por la entrepierna con la amenaza de unas nuevas elecciones generales que, de celebrarse en breve y después de la fractura interna que se ha producido, serían catastróficas para el Partido Socialista. Es decir, al PSOE lo tienen comiendo de la mano y lo van a alimentar mientras les sea útil. Le permitirán un discurso crítico con unas exigencias para la galería que le salve la cara ante el electorado y ante su propia militancia. En ese sentido, estoy viendo ya a Rajoy como va a escenificar su pena y dolor, mas falsos que esos billetes que llamaban “mortadelos”, teniendo que aceptar las “exigencias” del PSOE para aprobar los Presupuestos y para no ir a otras elecciones.
Pero, el paripé y las mentiras solo funcionan cuando no hay contestación, cuando hay alguien enfrente que descubre tus vergüenzas no sirven de nada. Por eso no solo habrá una alianza para gobernar, esa Gran Coalición tácita que en realidad ya llevaba funcionando desde hace mucho tiempo, habrá también un discurso unificado para atacar y desacreditar a los que han dejado tu culo al aire. Yo estoy seguro que el discurso y posterior debate de investidura de Rajoy irá derivando hacia un juicio público y un intento de demonizar a Unidos Podemos. Ese será el gran error, pues todo el mundo verá que la formación de Pablo Iglesias está a un lado y el PP, PSOE y Ciudadanos a otro. Habrán dado a Unidos Podemos el título de principal partido de la oposición, si no se lo han dado ya.
El discurso de Rajoy será de mano tendida, como le han aconsejado desde la CEOE, y el del PSOE (todavía no sabemos quién lo dará) de falsa confrontación y de hacer creer a los españoles que ahora van a hacer una dura oposición, no van a pasar ni una al PP y van a dar la vuelta a la “Ley Mordaza” la Reforma Laboral, la LOMCE, etc. No se lo creen ni ellos.

A Pablo Iglesias se lo han puesto fácil. La fractura en el PSOE llegó precisamente cuando había una operación mediática para abrir una herida en Podemos a raíz de sus debates internos y así lograr debilitar al nuevo “coco”. Ha sido un golpe de suerte. Pero, además, la nueva coyuntura política, y que finalmente Rajoy sea investido presidente gracias al PSOE, cuando el juicio de la trama Gürtel y las cosas tremendas que se dicen en él salen todos los días en los telediarios, ha proporcionado buena munición a Unidos Podemos que Pablo Iglesias y Alberto Garzón podrán disparar a diestro y siniestro haciendo mucho daño. Es como si ya hubiera escuchado los discursos de la nueva sesión de investidura.

4 comentarios:

  1. Los resultados del PSOE en unas eventuales elecciones que, según parece, no se van a producir en corto o medio plazo, se presumían catastróficos antes de que los “golpistas” de la Gestora, como usted los califica con indisimulado interés político, propiciasen la dimisión de Pedro Sánchez con una mayoría de votos (No sabía yo que los golpes de partido acostumbrasen a blandir los votos como armas golpistas) en el máximo órgano del PSOE entre congresos.
    No sólo eso, sino que fue la inminencia de la convocatoria de nuevas elecciones si los socialistas persistían en el “No es NO”, la que propició que los barones y jarrones chinos del PSOE se atrevieran a remover a Sánchez. Eso y el temor (al perecer fundado) de que Sánchez estuviese negociando con los secesionistas y los populistas, de espaldas a las líneas rojas marcadas por el Comité Federal, la formación de un Gobierno.
    Por lo demás, el discurso de demonización, lo acaba de dar Pablo Iglesias, tratando de potenciales delincuentes a todos los diputados con escaño en el Congreso.
    Su comentario destila desencanto porque Sánchez no hubiese conseguido la cuadratura del círculo que permitiese a los de UP formar parte o condicionar la acción de un eventual gobierno de “izquierdas”. Lamento su melancolía, pero, como buen comunista, debería estar acostumbrado a que los comunistas no hayan formado parte de un gobierno democrático en España. Tampoco parece que lo vayan a hacer en el futuro, si es que para entonces las siglas de IU siguen existiendo que, al paso que va Garzón, parece harto difícil.
    Mire usted, amigo JJJ Suárez. Para aspirar a presidir, copresidir o sustentar un gobierno, lo más conveniente es ganar las elecciones o, aun no habiéndolas ganado, concitar el suficiente apoyo parlamentario para conseguir la investidura. Aplíquense a ello en el futuro, porque esta es la segunda ocasión desde la aparición de Podemos en que han visto pasar el tren por delante de sus narices, sin poder pararlo. Bueno, esto no es del todo cierto. Lo tuvieron muy fácil allá por el mes de febrero, pero no quisieron subir ustedes al tren que ordenó parar Pedro Sánchez al paso por su estación.
    Tengo para mí que a poco que el PSOE sea capaz de recuperar su tradicional rol de partido socialdemócrata clásico y de acertar con el liderazgo en esa formación (lleva sin un verdadero liderazgo desde la época de Zapatero). Claro que, además de liderazgo y de estrategia política clara, el PSOE tendrá que hacer pedagogía y, sobre todo, emplearse en la batalla dialéctica contra los falsos socialdemócratas de Podemos. Si así lo hacen, el sorpasso por el que ustedes suspiran, va a quedar en un mero “desiderátum”. Es la consecuencia de ver pasar trenes y no subirse a ellos a tiempo.

    Un saludo.

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  2. A diferencia de lo que usted piensa, yo no creo que Pablo Iglesias lo vaya a tener fácil. Los conflictos internos no han quedado aparcados por la división interna en el PSOE. Acabo de escuchar que va perdiendo las elecciones internas en Madrid, en beneficio de la candidatura conjunta del sector errejonista. No es el único frente que tienen abierto.

    Además, Iglesias ha cometido un error de bulto al recuperar su discurso más radical, después de quitarse el disfraz transitorio de socialdemócrata. Con esa situación, creo que ha puesto el techo muy bajo a sus expectativas electorales. Por lo demás, Garzón no pinta nada en Podemos. Creo que, equivocadamente, cambió su cabeza de ratón al frente de una IU con autonomía y discurso propio, por la condición de cola de león, diluido en Podemos.

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  3. Voy a puntualizar algunas cosas: En primer lugar coincidirá usted conmigo en que no han sido precisamente los "organos del partido" los que han dado el golpe, sino un lobbysta como Felipe González, y los poderes fácticos, incluida una prensa que, no por casualidad, coincidía estos días en su línea editorial, fuera el País o La Razón, pasando por ABC.
    En segundo lugar, usted, que generalmente está bien informado, sabe lo que está pasando a todos los partidos socialistas de Europa. Lo del PSOE no es una singularidad, lo mismo les sucede al PSF o al SPD. Lo del PASOK ni lo mento. El problema es político, se han escorado demasiado a la derecha.
    Por último tengo que decir que lo importante no son los partidos, ni las personas, ni si uno es cabeza de ratón o cola de león, sino las ideas y los programas. No importa que Podemos, IU o quien sea las llevan adelante. Hay dos discursos que es imprescindible escuchar para entenderlo: El famoso de Julio Anguita en Sadadell y el gran discurso (algunos dicen que el mejor de la Historia) que Anguita pronunció en 1.999 ante José Saramago. Se pueden encontrar en Google.
    Aprovecho la ocasión para saludarle.

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  4. Dos precisiones muy breves:

    Primera.- Yo no creo que el PSOE se haya derechizado, si lo comparamos con su trayectoria desde 1977 para acá. Si acaso, con Zapatero recobró un discurso más izquierdista que el que tenían sus predecesores. El problema no es tanto la supuesta derechización del PSOE, como la aparición de una organización, la de Podemos, con un sesgo claramente populista.

    Es en la forma en cómo el PSOE debería enfrentarse al intento se "sorpasso", en lo que difieren los sanchistas y los barones.

    Segunda.- Yo me baso en los hechos conocidos. Quienes abanderaron lo que algunos llaman el "golpe de partido" son algunos barones socialistas y la baronesa de Andalucía. Sí coincido con usted en que fue González el primero en entonar el "Grandoa Vilamorena" y en el cambio de línea editorial de El País. Lo demás, lo dejo para las conjeturas, a las que no soy muy dado. Como siempre, vaya para usted mi cordial saludo.

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