viernes, 21 de octubre de 2016

FILIPINAS GIRA HACIA CHINA

Aunque, increíblemente, nadie parecía prestar mucha atención a lo que estaba pasando en Filipinas, hace poco mas de tres meses llegó al poder un personaje que va, ya lo está haciendo, a dar mucho que hablar. Rodrigo Duterte entró en la presidencia como un elefante en una cacharrería y nada mas tomar el poder en sus manos empezó a implementar las medidas radicales para acabar con la corrupción y con el narcotráfico que había prometido en la campaña electoral, en uno de los países mas podridos por el hampa del mundo. No solo ofreció hasta 38.000 euros a los ciudadanos que delataran a policías y militares implicados en el tráfico de drogas, dio carta blanca a la Policía y al Ejército para luchar contra los narcotraficantes y les arengó diciendo que si alguien los mete en la cárcel el mismo se encierra con ellos. En la guerra que el presidente Duterte, porque es una auténtica guerra, ha desatado contra el crimen organizado ya han muerto mas de 2.000 delincuentes y nada menos que 670.000 se han entregado voluntariamente a las autoridades para no correr la misma suerte.
Ante las críticas recibidas de los EE UU, el presidente filipino no se cortó un pelo y sacando a relucir una mala leche quizá heredada de los conquistadores españoles llamó “hijo de puta” a Barack Obama, afeando al presidente norteamericano su prurito humanitario para condenar a la Policía y el Ejército filipinos y ninguno para su policía y sus Ejércitos.
La respuesta norteamericana llegó con la retirada de inversiones, que en el último mes ha sido de mas de 400 millones de dólares, pero eso no era mas que el anticipo de lo que vendría después.

A pesar de que Filipinas ha tenido recientemente un serio contencioso con China sobre algunos islotes y sus aguas jurisdicionales, que se resolvió a favor de Filipinas, el presidente Duterte ha buscado un buen árbol para cobijarse a su sombra y no ha perdido el tiempo en acudir a Pekín donde ha sido recibido por el presidente de la República Popular China, Xi Jinping, con todos los honores. Las palabras de Rodrigo Duterte en Pekín han sido inequívocas: “Vamos a depender de vosotros a partir de ahora y sé que nos ayudareis como nosotros os vamos a ayudar” y todavía dijo mas: “Iré a hacer una visita a Vladimir Putin y seremos tres contra el mundo”.
A nadie se le escapa la importancia del giro estratégico de Filipinas y todo el mundo es consciente del cabreo que deben sentir los EE UU ante el desarrollo de los acontecimientos, no en vano hicieron una guerra contra España para adueñarse de las islas (en 1.898 los EE UU arrebataron a España Cuba, Filipinas, Puerto Rico y Guam), lucharon allí contra los japoneses y mantuvieron una dictadura sangrienta y corrupta que comía de su mano, la de Ferdinand Marcos, durante decenios.
Filipinas es un país muy importante pero sin desarrollar por culpa de las oligarquías que han tenido siempre el poder en sus manos. Mas de 102 millones de habitantes malviven en 7.017 islas ricas en recursos naturales. Pero, además de a las oligarquías y al crimen organizado, sobre todo el que trafica con la droga y la prostitución, los filipinos llevan muchos años padeciendo también al Frente Moro, la organización yihadista mas oriental, filial de Al Qaeda.
Esas islas hermanas cuyos habitantes ya casi no usan el castellano pero cuyos nombres y apellidos siguen siendo españoles, ese país bautizado así en honor de Felipe II, esos ciudadanos casi en las antípodas geográficas pero cercanos en el corazón, merecen mejor suerte.

Después del despliegue del sistema antimisiles de los EE UU en Japón, a China le ha tocado el gordo de la lotería y sin haber comprado ningún décimo.

FOTOS: los presidentes de la RPCh y de Filipinas pasando revista a las tropas y soldados españoles de guarnición en Filipinas antes de la guerra de 1.898 contra los EE UU.

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