domingo, 21 de junio de 2015

LA ULTRADERECHA HOY EN ESPAÑA

En la Transición Democrática, Adolfo Suárez comprendió enseguida que la derecha no tendría posibilidad alguna de gobernar en España (porque los votos naturales de la izquierda, en circunstancias normales, superan en aproximadamente millón y medio a los de la derecha) si no se creaba un partido de centro, que aglutinara una buena parte de la derecha, sí, pero que también arañara votos en otros nichos ideológicos y sociales, así apareció la Unión de Centro Democrático. Aquel experimento duró poco, porque existía una derecha antediluviana que no tenía la menor intención de modernizarse, de democratizarse y de perder sus privilegios históricos. Alguna de aquella derecha extrema se refugió en AP, el partido que había fundado Manuel Fraga, pero había grupos mas radicales, claramente fascistas, que se encontraban mas a gusto en Fuerza Nueva, el grupo extremista de Blas Piñar. Pero, la ultraderecha estaba también enquistada en el Ejército, en la Guardia Civil, en la Policía, en los servicios secretos, en el empresariado, etc, empeñada en que nada sustancial cambiara en España. El asesinato de los abogados laboralistas de la calle Atocha y el Golpe de Estado de 1.981, el de verdad y la “tejerada”, fueron los máximos exponentes de que los fascistas seguían ahí, dispuestos a todo.
Adolfo Suárez, a pesar de que había sido nada menos que secretario general del Movimiento, quiso civilizar a la derecha española y llevarla hacia posiciones políticas menos radicales, pero fracasó en el intento, porque muchas iniciativas políticas de UCD parecían incluso izquierdistas para el “Bunker”.
Pero, con el paso del tiempo, la ultraderecha se dio cuenta que nada iba a cambiar en España, que gobernara el PP o el PSOE seguirían mandando los mismos de siempre y que nadie se iba a meter con sus intereses económicos, que, en fin, todo seguiría atado y bien atado, como había dicho el dictador Franco. Votarían todos al Partido Popular.
La irrupción de Podemos y el desplazamiento hacia el rojo del espectro político y social que ha provocado la crisis y la corrupción en España nos han vuelto a recordar que la ultraderecha sigue ahí, no solo en las gradas de los campos de fútbol y en las catacumbas. Los últimos resultados electorales y el miedo a lo que puede suceder en el futuro inmediato ha hecho salir de sus cuarteles de invierno al fascio, echando espuma por la boca contra los comunistas y dando clases de democracia, precisamente ellos, que son sus mayores enemigos, a los que quieran escucharlos. Algunos conspicuos del PP, con sus declaraciones, han dejado ver su verdadera condición, porque estaban convencidos que el poder era suyo. Pero, también han reaparecido en los foros sociales y en Internet, con sus banderas y sus uniformes nazis y con sus eslóganes totalitarios de siempre, los mas extremistas de los fascistas.
La ultraderecha política y económica está nerviosa, porque ve que sus verdaderos enemigos ya están tocando poder en los ayuntamientos y en las CC AA y tomando medidas contra los que pensaban que España era su cortijo.

La izquierda emergente sería una ingenua y una imprudente si no tomara conciencia de la amenaza que supone para el sistema democrático la ultraderecha española cuando los resultados electorales no son favorables a sus intereses.

No hay comentarios:

Publicar un comentario