CIFRAS QUE DAN MIEDO

Mientras la gente mira en el televisor la boda del príncipe Guillermo de Inglaterra, con pompa y boato insultantes para los tiempos que corren, aquí, en España, hemos conocido las cifras del paro de la Encuesta de Población Activa que, como ya se había anunciado, se acercan mucho a la escalofriante marca de los cinco millones. También en Asturias, a pesar de los cuentos de Areces, el paro ha seguido brutalmente aumentando aunque, eso sí, menos que el año pasado, nos dicen con total desvergüenza. Contrasta el aumento del desempleo con otras cifras que no se dicen, porque no son políticamente correctas, como que el 70% de los contratos que se han firmado en el último semestre han sido para inmigrantes. Puede que sea una paradoja, pero el número de ciudadanos de otros países residentes en España, en edad laboral, es muy parecido al número de parados. Los partidos con responsabilidad de Gobierno, que llevan años con una política de inmigración de manga ancha, para abaratar el mercado de trabajo, están dando argumentos a la derecha mas extrema. Lo que ha pasado en algunos países de Europa, donde partidos neofascistas han crecido exponencialmente, puede llegar a ocurrir aquí cualquier día. La caída en picado de la actividad inmobiliaria, en un país que centró su crecimiento en la política del “ladrillo”, es una de las causas de nuestro diferencial en tasa de paro con el resto de la UE, pero otra es sin duda que en los últimos años la población española creció, merced a la inmigración, en casi seis millones de personas. Con la crisis, quedó diáfano que esa cantidad de mano de obra era imposible de absorber, si a esto añadimos que una buena parte de los inmigrantes son explotados en la economía sumergida, es decir, disfrutan gratis total de los servicios asistenciales y sanitarios del Estado, es lógico que las cuentas no cuadren. La iniciativa gubernamental de hacer aflorar el mercado negro, con amnistía incluida, cada vez nos parece menos seria, aunque es imprescindible.
En el poliedro del despilfarro de dinero público tienen un gran protagonismo las CC AA y los ayuntamientos. La ministra de Economía, Elena Salgado, ha dicho está semana a varias comunidades autónomas, que habían solicitado el adelanto del dinero que les corresponde para 2.013, que nones. A pesar de la que está cayendo no han sido capaces de ajustar el gasto y pretenden seguir endeudándose, pero eso ya no se puede asumir, tendrán que meter tijera en las partidas sociales consustanciales con el Estado de Bienestar, sanidad, educación , etc, eso no vende cuando las elecciones llegan en cascada y además tendrán que explicar a los ciudadanos porqué hay centenares de miles de personas que, teniendo ingresos, no contribuyen en la misma medida, en el mismo porcentaje que el resto de mortales, a los gastos. El mayor problema que tienen en estos momentos los ayuntamientos es que están fuera de la ley, porque no cumplen con el periodo establecido para hacer efectivos los pagos a los proveedores y empresas subcontratadas, pero siguen gastando en coches oficiales, fuegos artificiales y eventos y partidas totalmente prescindibles.
El asunto de Cataluña es especialmente grave y el silencio sobre lo que allí ocurre contrasta con el protagonismo que se da a corruptelas de mucha menos entidad. Cuando CIU llegó al Gobierno de la Generalitat se encontró con un gigantesco déficit oculto (cómo quieren que los mercados confíen en España) que el tripartito había acumulado durante años, mientras se abrían embajadas y se gastaba sin medida en todo tipo de chorradas y ahora que toca racionalizar el gasto Artur Mas se ve atado de pies y manos, ha tenido que entrar a saco en el gasto sanitario, entre otros, porque no hay un puñetero euro. Pero con Cataluña se va a hacer la vista gorda en el asunto del déficit, porque existe un pacto tácito, no precisamente de caballeros, entre socialistas y nacionalistas para no pisarse los callos. Yo no investigué las comisiones del famoso 3% y tú no aireas el déficit oculto. Los votos del PSC en el Senado junto a CIU, en contra del PSOE, van por ese camino.
Sin embargo, lo que mas nos preocupa es la subida de la inflación, que es doblemente grave en una economía paralizada como la nuestra. Suben las materias primas, sube la energía, suben las hipotecas, suben los alimentos, etc, mientras los salarios y las pensiones están a la baja y congeladas. Recordemos que fue la pérdida de poder adquisitivo la verdadera causa de la crisis, pero ésta puede sublimarse.
Mucho miedo da todo esto, porque no hemos tomado conciencia de la extrema gravedad de la situación.