miércoles, 30 de septiembre de 2009

LA ALTERNATIVA

Es en los momentos de crisis, de cambios radicales y situaciones no previstas (por la mayoría), cuando los pasmados buscan un salvador, una luz al final del túnel y reprochan al cielo lo que, de manera pusilánime, han permitido. El Gobierno, con un horizonte inmediato de cuatro millones y medio de parados y con la impopularidad de las subidas de impuestos, está en horas bajas, la escenificación que el Comité Federal ha pretendido ofrecer, de apoyo incondicional a Zapatero, es la mejor prueba, pero también la huida de los que ven venir lo irremediable. Si quieren un ejemplo gráfico de lo que ha significado el desastre de la gestión socialista para España (y para Asturias) dense un paseo por la Universidad Laboral de Gijón y saquen sus propias conclusiones. El Estado, es decir, nosotros, está hecho unos zorros y, lo que es peor, va a empeorar, lo grave para el PSOE es que ya nadie lo pone en duda. A veces es necesario hacer un poco de Historia, ¿qué ha pasado en España con la izquierda?. Cuando murió Franco solo había un partido de izquierda organizado y con cuadros políticos preparados, el PCE. Fueron muchas las fuerzas interesadas en que los comunistas no hegemonizaran la oposición y pudieran llegar a ser alternativa. En Italia se había eliminado al democratacristiano Aldo Moro por sus coqueteos con el PCI y el Compromiso Histórico, en España el Gobierno de Suárez (D. Adolfo, ya viste como te lo pagaron) daba ingentes cantidades de dinero al emergente PSOE, renovado, de Felipe González para que creciera y se fortaleciera, también, ese nuevo ente, empezaba la captación de cuadros políticos, en el ámbito de la izquierda, para formar un partido que si bien antes de la Guerra Civil era muy fuerte, ahora partía casi de la nada. Fueron los comienzos de lo que se dio en llamar el "pesebre", es decir, dejar los principios al margen a cambio de cargos políticos y públicos y una situación económica acomodada. Aquí, en Asturias, hay mucha gente que sabe de eso, empezando por el presidente Areces. No fueron pocos los auténticos socialistas que se sintieron engañados y asqueados, como el líder de la UGT Nicolás Redondo. Ahora nos encontramos con un partido que abraza la reforma del capitalismo dando nuestro dinero a los bancos, la intervención en guerras imperialistas como Afganistán, el vasallaje a los EE UU, etc, y que no tiene mas ideología que la supervivencia a costa de lo que sea. Pero lo han hecho tan bien, con los sindicatos comiendo de la mano y los ciudadanos adormecidos con el opio del pueblo de la basura televisiva, que la alternativa va a tener un parto doloroso. El PP se ve imposibilitado para obtener, no la mayoría absoluta en unas elecciones generales, que pudiera ser, sino lo que es mas importante, la hegemonía social. Con unas posiciones tan derechistas en política exterior o pidiendo el abaratamiento del despido, por ejemplo, no se puede ir muy lejos, pero tampoco puede cambiar para no perder su nicho de votantes mas ultras. El peligro para unos y otros pasa por una refundación de la izquierda, algo difícil mientras una parte de IU está con un pie en el PSOE, o en la irrupción de un nuevo partido que sume tanto a los izquierdistas moderados como a mucha gente de todas las ideologías que ven en peligro la unidad del Estado y no se han tomado a broma el proceso de conversión en Reinos de Taifas de algunas comunidades autónomas. Solo se ve en el horizonte a UPyD pero le faltan muchos mimbres para completar el cesto, tendrá/tiene enemigos poderosos y le acosarán los paracaidistas, las ratas que ya empiezan a pensar en abandonar algunos barcos para poder seguir viviendo de la política. El futuro es incierto, pero, como en Alemania (ya me están dando arcadas), también aquí se pueden ver ¿extraños? compañeros de cama.
J. Jesús J. Suárez González

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