viernes, 2 de agosto de 2024

LA LIBERACIÓN DE PABLO GONZÁLEZ

 


En el mayor intercambio de prisioneros desde el final de la Guerra Fría y con la mediación de Ankara (Turquía cada vez tiene más protagonismo en la escena internacional) el jueves 1 de agosto fue liberado el periodista y corresponsal de guerra Pablo González, tras 900 días en cárceles polacas "bajo sospecha de espionaje", pero sin acusación formal alguna. Pablo González ha permanecido en régimen de casi total aislamiento, sin poder ser asistido por su defensa y solo ha podido ser visitado en tres ocasiones a lo largo de todo este tiempo por sus familiares. Fue liberado formando parte de un grupo de 20 ciudadanos rusos, pues Pablo González tiene las ciudadanías rusa y española. Pablo fue detenido en Polonia el 28 de febrero de 2022, cuando cubría el éxodo de personas refugiadas al comienzo de la Guerra en Ucrania. La verdad es que la guerra ya había comenzado en 2014, y Pablo González ya había cubierto entonces los bombardeos ucranianos sobre las regiones rusoparlantes del Donbás y las víctimas civiles que dejaban. Mientras a Laura de Chiclana, que informaba desde el lado ucraniano, le daban premios, a un periodista que se atrevió a informar desde el lado ruso lo detuvieron "por espía".

Pablo González es nieto del "niño de la guerra" Andrés González Yagüe, quien nació en La Arboleda (Vizcaya) en 1929. Evacuado desde Santurce, con casi 1.500 niños vascos, el abuelo de Pablo fue acogido por la URSS (como los niños ucranianos "secuestrados por Putin"). Estuvo en las Casas de Niños de Odesa, Óbninskoe y Sarátov y estudió en la Escuela de Formación Profesional de Krasnogorsk. En 1991 regresó a España para morir en su otro país, al que nunca había olvidado. 

El abogado de Pablo González  ha manifestado que el gobierno español no ha hecho nada por su liberación, no así, obviamente, el gobierno ruso. Con alfombra roja, honores militares de la guardia presidencial y saludados, uno a uno, al pie del avión que les traía desde Turquía por el presidente Putin, así han sido recibidos los liberados en Moscú. Pablo González espera viajar a España para reunirse con su esposa y con sus hijos en la localidad vizcaína de Nabarniz, donde residen. En España solo la asociación "FreePablo" y cuatro gatos más estuvieron siempre ahí. Unos nunca dejan tirados a los suyos y otros sí. No hace falta más literatura.   


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