martes, 13 de febrero de 2024

TRAMA EN LAS ELECCIONES GALLEGAS

 


Excepto las encuestas del CIS, todas las demás encuestas dan la mayoría absoluta al PP en Galicia, lo mismo que ha sucedidos en las elecciones autonómicas gallegas durante los últimos años, siendo Feijóo entonces el candidato electoral del PP en esa comunidad autónoma. Pero, el PSOE, Sumar, y la pseudoizquierda en general, podrían obtener un resultado catastrófico en medio de la confrontación entre el Partido Popular y el PSOE y sus aliados, no solo en las elecciones en Galicia, también en asuntos tan graves como los de la amnistía que se quiere dar a los golpistas catalanes. Con un deterioro preocupante para el Gobierno, por su compadreo y sus cesiones con y a los independentistas, por las movilizaciones del campo y por los guardias civiles muertos por la permisibilidad con el narcotráfico en el Estrecho de Gibraltar, una derrota aplastante en Galicia situaría al PSOE y sus aliados en una situación de debilidad extrema. Así que en La Moncloa han decidido que la campaña electoral en Galicia debe basarse no en el candidato socialista, sino apoyando a la candidata del BNG, Ana Pontón, una individua tan impresentable como los independentistas catalanes y que miente tanto o más que ellos, asegurando, por ejemplo, que nunca han apoyado a ETA, aunque tiene unas fotos con Arnaldo Otegui encantadoras. Pero, apoyar a la candidata del BNG no es suficiente para derrotar al PP y asegurarse el gobierno de Galicia, piensan Sánchez y sus asesores, necesitan, además, una trama.

Conviene recordar lo que sucedió en España tras los terribles atentados del 11M de 2004. Casi 200 muertos y casi 2.000 heridos no fueron los que hundieron las expectativas electorales del PP y del entonces presidente, José María Aznar, fueron la foto de las Azores, las manifestaciones contra la Guerra en Irak y las mentiras de aquel gobierno, alarmado ante las consecuencias electorales que la asociación de apuntarse a aquella guerra y a aquellos atentados podrían provocar en el electorado. Aquellos atentados no fueron una trama del PSOE y ETA para cargarse el gobierno de Aznar, como sostienen todavía los conspiracionistas (también hubo atentados en Nueva York y Londres, en los otros dos países protagonistas de la foto de las Azores), pero sí hubo una campaña mediática del PSOE para que Zapatero, que antes de esos sucesos no tenía ninguna posibilidad para hacerse con el gobierno, llegara a la presidencia, no solo desmontando las mentiras de José María Aznar, Ángel Acebes y Eduardo Zaplana, también inventando otras patrañas y llamando al acoso de las sedes del PP. Ambas circunstancias no solo fueron decisivas para el cambio de gobierno, también sentaron un precedente de impunidad ante el papel que los aparatos mediáticos pueden suponer en las campañas electorales, a veces manipulando groseramente las informaciones, llamando a manifestaciones o incluso mintiendo descaradamente. Aquella impunidad mediática y aquellas maniobras exitosas dieron alas. Pues bien, el PSOE ha decidido que, además de apoyar al BNG, necesita una campaña mediática de embustes contra el PP y contra Feijóo para acusarlo de intentar pactar con los independentistas catalanes, exactamente los mismos que apoyan al gobierno de Sánchez y exactamente los mismos que quiere amnistiar el gobierno de Sánchez. En esa trama es evidente la colaboración de los terminales mediáticos socialistas y de los propios independentistas catalanes. Hasta la golpista Marta Rovira (ERC), la que ahora pide que se juzgue a los jueces, dice que el PP quería pactar con ellos. La responsabilidad de las consecuencias de una trama antidemocrática, por sus mentiras, no es solo de los políticos de la pseudoizquierda, lo es también de unos periodistas que soslayan su profesionalidad poniéndose al servicio de los que no tienen ni principios ni escrúpulos.    

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