Así que constatamos los errores que la pseudoizquierda viene cometiendo elección tras elección y su ausencia total de autocrítica, que allana el camino a posteriores batacazos electorales para unos y a la desaparición para otros. Las elecciones en el País Vasco y Europeas están ya a la vuelta de la esquina y todo hace presagiar que será más de los mismo. La pseudoizquierda potenciará a nacionalistas y exterroristas en Euskadi y a la derecha y ultraderecha en las Europeas. No aprenden.
La metamorfosis desde la izquierda hacia la pseudoizquierda no es nueva ni es una singularidad española, ya lo habíamos visto en países como Suecia o como Francia, con los resultados por todos conocidos para socialistas franceses y socialdemócratas suecos. A mí tampoco me resulta extraño que muchos votos socialistas puedan ir a parar a partidos nacionalistas, como han ido a parar en el pasado al PP o a Podemos. Se trata de votos muy poco ideologizados que se suelen apuntar al caballo que les apuntan como ganador. Lo mismo ha sucedido con los votos que un día tuvo Podemos, organización que, aunque desde la derecha y la ultraderecha han denominado "comunista", tiene de comunista lo que yo de marciano. Lo verdaderamente llamativo es que los votos que un día tuvo el PCE y luego IU, que esos sí eran izquierda pata negra, muy perjudicados entonces por el sistema electoral, pero que sumaban unos dos millones, también se han diluido en gran medida, bien yéndose a la abstención o al cementerio.
El PP ganó las elecciones generales y solo los pactos de la pseudoizquierda con exterroristas e independentistas, incluidos los de derechas y el fugado golpista Puigdemont, ha podido lograr la investidura de Sánchez como presidente. Pero, por supuesto que eso y que la amnistía están pasando factura y por supuesto que los que han cambiado sus principios por alucinantes leyes de genero y trans mientras son cómplices gubernamentales de entregar el Sáhara a Marruecos, del genocidio palestino o de enviar armas a los nazis, cobran ahora en su trasero su merecido. La venganza es un plato que se toma frío, aunque los que están empeñados en suicidarse son autosuficientes para hacerse mucho daño ellos solitos: La SER dice ahora que los del BNG están en mejores condiciones para ganar en el futuro.
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