domingo, 8 de octubre de 2023

YA TENEMOS OTRA GUERRA

 


Cuando no se resuelven los problemas, al contrario, se echa más lecha al fuego, cuando las injusticias son manifiestas, y se apoya al verdugo en vez de a la víctima, al agresor en vez de al agredido, al ocupante, en vez de al ocupado, las situaciones suelen derivar en violencia. Para nada es algo nuevo lo que está sucediendo en Oriente Próximo, es lo que viene sucediendo en Palestina desde que las potencias ganadoras de la Segunda Guerra Mundial dieron carta a libre a los sionistas para ocupar aquella tierra y quitarse a los judíos de Europa de encima. A mí siempre me gusta apuntar, porque no es muy conocido, que los sionistas incluso barajaron cambiar el relato de la Biblia haciendo aparecer a Madagascar como la "Tierra Prometida", pues los británicos ocupaban entonces Palestina y no tenían muy claro que les fueran a permitir quedársela. Bueno, se ayudaron para ello de unos cuando atentados terroristas, sí, exactamente los mismos que acusan ahora a otros de terroristas.

A mí lo que está pasando en Gaza me recuerda mucho al levantamiento en el Ghetto de Varsovia. Los judíos fueron confinados por los nazis en la capital polaca durante la Segunda Guerra Mundial y poco a poco (por la fuerza de los hechos) se fueron convenciendo de que la intención de los alemanes era exterminarlos. A ese mismo convencimiento han llegado los palestinos de Gaza, que es otro guetto, pues no se entiende sino como se han podido enfrentar al quinto ejército más poderoso del mundo, que cuenta incluso con armas nucleares (a Israel, al contrario que a Irán, nadie le dice nada por eso) y que goza del apoyo incondicional del EE UU, Reino Unido y la UE. En este sentido, cabe también apuntar la reacción airada de Pedro Sánchez al ataque efectuado por Hamás, el mismo Pedro Sánchez que ha estado muy calladito ante todas las tropelías y crímenes israelíes y el secretario general del mismo partido, el PSOE, que reconoció al Estado de Israel, precisamente, y no por casualidad, tras el golpe de Estado de 1981. La izquierda española, la que se ha convertido en pseudoizquierda, ha sufrido una metamorfosis, pero no de gusano a mariposa, sino en la dirección contraria. Unos están con los sionistas sin cortarse un pelo y otras están con los palestinos, pero de mentira, porque con los que de verdad están son con los otros compañeros de correrías del Gobierno. 

Cuando Rusia reaccionó a los ataques de los nazis ucranianos contra Crimea y contra la población civil del Donbás con una intervención armada era mala, malísima, y le pusieron sanciones y se colgó el cartelito en las televisiones de "No a la invasión" (se ha fijado usted que el cartelito de marras ha desaparecido) pero si Israel hace lo mismo entonces todo el mundo lo apoya y los sionistas son encantadores. La doble vara de medir cabrea mucho, pero que te roben tu casa, tu tierra, que entren armados en tus lugares sagrados y que te humillen a ti, a tu mujer y a tus hijos todos los días, todos las semanas, todos los meses, todos los años, eso es insoportable, tan insoportable que lleva a tomar medidas desesperadas ¿Eres por eso un terrorista?

Entrar en un debate sobre este conflicto es absurdo, porque, como en el de Ucrania, y en cualquier otro, hay opiniones encontradas que muchas veces no están apoyadas en datos y en hechos incontestables, sino en deseos, en afinidades o en fanatismos, así que no voy a relatar todo lo que han hecho los sionistas  a los palestinos incluso antes de la independencia de Israel en 1948, ni voy a buscar coartadas a las reacciones de los palestinos, no las necesitan, solo quiero que ponga usted un mapa delante de sus narices de el territorio de Palestina que ocupaba el Estado de Israel en 1948 y del territorio de Palestina que ocupa hoy. Una imagen vale más que mil palabras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario