jueves, 19 de octubre de 2023

LA AUTORÍA DEL ATAQUE AL HOSPITAL DE GAZA

 


Parece que ha surgido alguna controversia sobre la autoría de la masacre de palestinos en un hospital de Gaza, con cientos de muertos, la mayoría mujeres y niños que se resguardaban allí, cientos de desaparecidos bajo los escombres y miles de heridos. Algunos se han agarrado como a un clavo ardiendo al relato de Israel de que los autores han sido los propios palestinos, en concreto la Yihad Islámica (es curioso que EE UU e Israel ni siquiera se ponen de acuerdo en su relato, pues Biden echó la culpa a Hamás). Los que han comprado, sin mirar el precio, lo que les han contado para arrimar el ascua a su asquerosa sardina parece que se han olvidado de todos los demás bombardeos de los sionistas sobre Gaza, los de ahora y los de hace años, incluido el bombardeo sobre un centro médico de la ONU, con un montón de muertos, que en su día también negó Israel y que ahora han demostrado, con pruebas, los investigadores de la propia ONU.

El problema añadido que Israel y EE UU han tenido en esta criminal masacre en el hospital es que aconteció solo un día antes de la visita del presidente Biden a Israel, y un abrazo entre Biden y Netanyahu con la trastienda de tantos inocentes muertos era demasiado grosero ante los ojos de la opinión pública mundial. Así que es plausible un buen relato-patraña para salvar la cara echando la culpa a los palestinos, una mentira bien elaborada que, sino convenza, al menos siembre dudas entre los cándidos. Se argumenta que una bomba lanzada por un avión sionista con esa potencia destructiva habría dejado un cráter enorme, y que, según algunos testigos, se trataría de un misil que no llegó desde el Norte, es decir, desde posiciones israelíes, sino desde el Oeste, desde la propia franja de Gaza. Sin embargo, la gente bien informada sabe que los grupos armados palestinos de Gaza no poseen ningún misil con una potencia tan grande para causar tanta devastación con un solo impacto, seguramente ni los de Hezbolá en Líbano lo poseen, quien si tiene un buen catálogo misilístico es Israel, desde misiles balísticos de varios modelos y alcance hasta sofisticados misiles de crucero. Todo encajaría si se tratara de un misil israelí que no ha sido lanzado desde tierra, desde las posiciones sionistas al Norte de Gaza, sino, efectivamente, desde el Oeste, pero no desde la propia Gaza, sino más al Oeste, desde el mar. En ese caso, y si eso fuera así, el arma candidato del horrendo crimen sería un misil de crucero AGM-142 Have Nap, conocido también como "Popeye Turbo". Se trata de un misil de crucero de producción israelí, que ha sido perfeccionado en EEUU para dotarlo de mayor alcance y que ha sido instalado por los sionistas en los modernos submarinos (seis unidades), de la clase "Dolphin", que Alemania les ha vendido, los dos últimos con lanzadores verticales en la vela, pero, esos misiles también pueden ser lanzados desde los tubos lanzatorpedos. Los "Popeye Turbo" más elaborados no solo tienen un alcance cercano a los 1.500 Kms, pueden portan una ojiva de alrededor de 400 Kms con explosivo convencional o ABQ (atómica, bacteriológica o química). Si uno de esos misiles fue lanzado desde un submarino israelí hacia Gaza y ha provocado la masacre en el hospital no solo lo tiene que saber EE UU, Rusia también ha tenido que detectar ese lanzamiento, aunque fuera en inmersión. Pero, Rusia no quiere ser quien acuse directamente a Israel de la masacre (hay intereses cruzados en este conflicto) sino que sea una investigación de inspectores de la ONU la que lo aclare, una investigación que no ha sido autorizada ni por EEUU ni por Israel, cuando, si los culpables hubieran sido los palestinos, yankees y sionistas deberían estar encantados con ella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario