Cuando, por la presión de grupos
feministas en las calles y del Ministerio de Igualdad y todos sus chiringuitos,
se dictaban sentencias injustas, se indultaban a mujeres delincuentes y no a
los hombres que habían cometido el mismo delito, se aprobaban leyes
totalitarias y anticonstitucionales que discriminaban por razón de sexo y que
criminalizaban a los varones y otras que convertían a los niños en objetivos
para el adoctrinamiento en las escuelas y los experimentos de medicina y cirugía criminales,
advertimos que este tipo de cosas, que afectaban al menos a la mitad de la
sociedad, por no decir a toda ella, tendrían una reacción. Toda acción provoca una
reacción, es de primero de Física, pero si la acción es muy fuerte la reacción
también lo será, es de Perogrullo. Entonces avisamos de lo que pasaría con
esta frase “¡Cuidado! la marea ahora está alta, pero trae resaca”, que,
sociológicamente, viene a ser lo mismo. Pues bien, el 23J ha dejado muy claro
cómo ha sido la reacción, porque en muchos sitios no se ha votado en clave
municipal ni autonómica, se ha votado en clave de disgusto por este tipo de
cosas, salpimentadas con el goteo diario de violadores en libertad, sabiamente
divulgado a los cuatro vientos por los interesados en que todo el mundo lo
supiera. Las encantadoras chicas de Podemos, y la pseidoizquierda en general,
no han hecho autocrítica, tendrían que dimitir todas, todos y todes e irse a su
casa a hacer penitencia, pero ya hemos visto cómo sus compañeras de Sumar han
enviado a Irene Montero y a su lugarteniente, Pam, a Siberia. Creen saber que
el séptimo batacazo electoral seguido se debe a esas políticas y a esas leyes,
y aciertan, pero no solo a esas causas, y de eso no se han enterado. En efecto, cuando
a estos grupos y partidos políticos los califico de pseudoizquierda, y no de
izquierda, y esto incluye no solo a Podemos, también al PSOE, IU, PCE, Sumar,
etc, lo hago porque es una evidencia que han seguido una deriva que los ha
alejado paulatinamente de los postulados de la izquierda clásica para llevarlos
hacia posiciones contrarias a ellos. Ya habíamos visto en el pasado que esa
izquierda descafeinada abandonaba el marxismo y luego, de facto, hasta la
socialdemocracia, para convertirse al neoliberalismo, pero nos quedaba por ver
como la izquierda radical tragaba con entregar el Sáhara a Marruecos, con la
Agenda 2030, con ampliar la presencia militar de EE UU en España y con enviar
armas a los nazis ucranianos. Esto ya ha sido demasiado fuerte. Así que apartar
a Irene Montero de las listas electorales y prohibir que se hable en campaña
del “sí, es sí” es una medida inteligente, pero ni de coña suficiente, porque
cada vez que algún contrincante se lo recuerde caerán otra vez en el error y en
contradicciones y porque los votantes de izquierda están enfadados, muy
enfadados, por el conjunto de cosas que he expuesto. El batacazo electoral del
PSOE se debe a que una buena parte de sus votantes se fue el PP, como ya
habíamos visto en las elecciones andaluzas (eso es la evidencia de la poca
diferencia ideológica), pero el batacazo de Podemos se debe principalmente a la
abstención de sus propios votantes, mucho más ideologizados, que ya habíamos
visto también en otros comicios. A mí me hace mucha gracia cuando la
ultraderecha, que ahora va a tocar poder y será evaluada por su gestión,
utiliza el calificativo de “comunista” como un insulto para referirse a esta
pseudoiazquierda que, como hemos visto, tiene de comunista lo que yo de
arzobispo de Oviedo ¿Qué han nacionalizado estos “comunistas”? ¿Qué planificación
económica han efectuado? Abrazar las locas modas de ingeniería social que han
venido de EE UU, decir amén a todo lo que les digan los burócratas de Bruselas
y lamer el trasero al imperio es lo que han hecho. Cuando te dicen lo que te va
a pasar si actúas como no debes, y no haces ni puñetero caso y te pasa,
fastidia mucho que luego te espeten un ¡te lo dije! Estoy convencido de que, tras las
elecciones del 23J, queridos compañeros y camaradas, os lo tendré que volver a
repetir, porque otra vez la abstención, sobre todo en la parte zurda, va a ser
enorme.
Ud cree, en serio, que los ciudadanos que tienen que decidir que facturas van a dejar de pagar,que ven como sus sueldos cada vez dan para menos y como el unico futuro de sus hijos es emigrar ( a paises de los que ustedes llaman capitalistas salvajes,por regla general) les importa mucho la guerra de Ucrania y que los EE UU tengan mas presencia militar?..Lo de la agenda 2030 ni se lo menciono porque la mayoria ni sabe de que vá...El problema para ustedes es que la gente quiere vivir como se vive en EE UU, no como se vive en Cuba o Venezuela...En fin, que le voy a contar que no sepa...Eso no quita para que el petardazo de Podemos se haya oido en otro lado del mundo...Le veo en la proxima Feria Taurina de Gijon,parece que las cosas vuelven a la normalidad
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