El meollo de la cuestión es saber
quién quema el monte, aunque ya vamos viendo que la culpa está bastante
repartida y no es solo de los incendiarios. Ya hay cinco denuncias y diez
investigados, pero se han cuidado muy mucho de decirnos quiénes son o si
pertenecen a un gremio concreto. Muchas miradas apuntan a los ganaderos, pero
no porque haya una inquina especial contra esas personas y contra ese gremio,
tan nuestro y tan querido, sino porque hay precedentes. Tras tremendos
incendios que asolaron Asturias otras veces los pocos detenidos y los
condenados pertenecían casi todos al sector ganadero. Es más, debemos recordar
que fueron los representantes de los ganaderos los que presionaron a las
fuerzas políticas asturianas en la Junta General para que se pudiera pastar en
los lugares arrasados por los incendios y espetaron esta frase: “Queremos seguir
haciendo lo que siempre hemos hecho”. Ahora están indignados por si se vuelven
a acotar. Pero, yo no voy a acusar a los ganaderos de los últimos incendios, no
me gusta acusar sin pruebas, si las tuviera ya habría ido corriendo a denunciar
con nombres y apellidos, digamos que es una sospecha fundada. Lo que está claro
es que para que haya 120 incendios simultáneos repartidos por una gran parte de
la región se tendrían que poner de acuerdo un montón de psicópatas
incendiarios, a los que les guste ver quemar el monte, tendrían que aviones o
drones, en una conspiración con aviesas intenciones, dedicarse a arrojar bombas
incendiarias, o a alguien, “haciendo lo que siempre ha hecho”, se le van las
cosas de las manos cuando las condiciones meteorológicas, calor y mucho viento,
son especialmente adversas. La policía siempre tira del hilo de a quién
beneficia el crimen para descubrir al asesino. Estoy seguro que esa es la principal
línea de investigación de la Guardia Civil, sin descartar ninguna otra. Barbón nos ha dicho que hay varias, sin concretar nada. Encantador el PP, que
aspira a gobernar en Asturias, en todo este asunto, en su día colaborador
necesario y que tiene aún más peligro que los socialistas, a la vista de las declaraciones de sus conspicuos. Bromas aparte ¿Cuáles son sus
propuestas para acabar con los incendios?
Ni se han vuelto a acotar los
terrenos quemados al pasto (“se está estudiando”), ni se ha prohibido durante
50 años la instalación de parques eólicos o cualquier otra actividad económica
en los montes quemados, ni el presidente del Principado se ha dirigido a sus
compañeros del Gobierno de España para que cambien de inmediato la ley y el
Código Penal y poner altas penas de prisión y multas de infarto a “los
terroristas” (ni uno solo de los condenados por incendios anteriores ingresó en
prisión y la multa más alta fue de 2.500 euros). Dejemos trabajar a la Guardia
Civil y a la Justicia y ya veremos quienes están detrás de los incendios y qué
intereses económicos esconden. Yo tengo claro quiénes, por acción u omisión,
son los culpables.
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