lunes, 27 de julio de 2020

EL PRECIO DEL ORO SE DISPARA


Como habíamos previsto (recordará usted que dijimos que el precio del oro se duplicaría y que le aconsejamos, si podía, que comprara metal amarillo) el precio del oro bate marcas históricas y cuando escribo estas líneas cotiza a 1.933,33 dólares la onza y ya está muy cerca de llegar a la cota psicológica de los 2.000 dólares por onza ¿Qué está pasando para que esto suceda?: En 1.971 el presidente Nixon y la Reserva Federal desligaron el patrón oro del Dólar para poder controlar la estanflación, una combinación de inflación y de recesión. Entonces el oro dejó de ser un valor en el que se asentaba el sistema monetario, no solo el estadounidense, y el Dólar pasó a ocupar ese lugar. Estamos diciendo que todo el sistema financiero mundial dejó de asentarse en un valor real, el valor real del oro, para hacerlo en la confianza de los ciudadanos en papeles impresos, que ya no pagarés, sin valor tangible. Tras la crisis financiera de 2.008 el oro, desligado como reserva de valor del papel moneda, cayó, como cayeron todas las materias primas, hasta los 869,75 dólares la onza, pues el valor del oro había quedado reducido a su valor industrial. Pero, tras la crisis financiera de 2.008 no se solucionaron los graves problemas que afectaban a la economía mundial y de la mayoría de los países, que eran, y son, principalmente tres: ausencia total de planificación y, en consecuencia, sobreproducción industrial y Deuda galopante. Antes de la llegada de la crisis económica asociada a la pandemia del coronavirus la crisis financiera otra vez estaba asomando las orejas, pero, el Covid-19 ha sido la puntilla a una situación que hubiera estallado antes o después. La burbuja de la Deuda ha explotado y esto es muchísimo más grave que la crisis inmobiliario-financiera de 2.008. La situación se ha agravado porque los bancos centrales han puesto a trabajar las máquinas de hacer billetes a destajo para regar con dinero de mentira la economía de los ciudadanos y de las empresas. Como consecuencia de todo esto hay una evidente pérdida de confianza en el papel moneda y, particularmente en el papel moneda patrón, el Dólar, y la gente cabal ha vuelto su mirada al valor real, convertible, fiable e imperecedero, el oro, cuyo precio ya se ha más que duplicado desde el que tenía en 2.008 y que, ahora lo decimos, al menos se triplicará. Atentos.

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