martes, 21 de julio de 2020

DEL SPORTING AL DEPOR


Termina la temporada para el Sporting y acaba con la guinda de otra derrota en casa, una temporada donde se ha logrado que el club gijonés tenga la peor clasificación de su historia. No solo eso, el desastre total y el ridículo más espantoso es lo único que hemos visto jornada tras jornada. Desde que el Real Sporting de Gijón se convirtió en sociedad anónima y desde que José Fernández se hizo con la mayoría de las acciones, este club ha caído en picado, no así, seguramente el patrimonio de sus dueños: Se ha descapitalizado y ha perdido propiedades tan importantes como la Escuela de Fútbol de Mareo que, como el Estadio de El Molinón, se cede gentilmente, desde entonces, a los dueños del negocio. Es algo así como que el Ayuntamiento le pusiera una tienda y usted no tuviera que pagar nada por el local. Esto se entendería si hubiera un compromiso serio y un proyecto creíble, porque el Sporting es un estandarte de Gijón en toda España, pero ¿hay alguien, en su sano juicio, que piense que existe en este club un proyecto serio y creíble? el único proyecto desde que se privatizó es rentabilizar al máximo el negocio, pues eso, a ver si nos enteramos, y no otra cosa, es el Sporting para sus dueños ¿Conseguirán mayores “hitos” Los Fernández? a la vista de los precedentes es más que probable que consigan el mismo “hito” que han conseguido los gestores del Deportivo de La Coruña, sobre todo si tenemos en cuenta que ni el Ayuntamiento, ni los aficionados ni una parte de la prensa local, demasiado complaciente y acrítica, van a hacer nada por impedirlo. Solo espero que, cuando el Sporting esté en segunda B y Los Fernández hayan huido nadie de los colaboradores necesarios para la fechoría me venga llorando como una plañidera. Una buena parte de los encantadores seguidores del Sporting, entre los que no solo se encuentran esos descerebrados que se pasan todo el partido, oé, oé, aunque el equipo esté dando pena y sin la tensión exigible a los que dicen ser profesionales, a falta de otra cosa que celebrar se alegraron mucho del descenso del Deportivo de la Coruña a Segunda B. A mí lo que les pase a otros, siempre que no afecte a mi equipo, me importa un pimiento, bastante tenemos con lo nuestro para alegrarnos de los males del Depor o del Oviedo, que, por cierto, nos ganó hace poco en casa, aunque iba fatal, y ya todo el mundo ha corrido un tupido velo sobre esta vergonzosa derrota. Aunque el Deportivo de la Coruña ha descendido justamente, pues ni dándole los tres puntos se salvaría, yo no descarto alguna maniobra en las alturas para salvar el trasero a sus gestores y a los amigos de sus gestores, hay precedentes ¿Se acuerda usted de lo que sucedió en su día con el Sevilla y con el Celta y como se maniobró para que no descendieran a Segunda División? Así que puede haber, yo no lo descarto, otra ignominia para otros clubes y otras aficiones para que el Depor no desaparezca. Así que bien harían algunos en alegrarse menos de lo que está por ver que les pueda pasar a otros y preocuparse mucho más por lo que tenemos en casa, antes de que sea demasiado tarde y sean esos otros los que se alegren de lo que le puede pasar al Sporting si no se toman medidas radicales y se rectifica ya mismo.


Foto: Entre las múltiples fotos de las derrotas del Sporting, he escogido esta de la humillante derrota en casa contra el Alcorcón por 1-3, porque lo dice todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario