martes, 27 de octubre de 2015

LÁGRIMAS DE COCODRILO

Se dice que alguien llora con “lágrimas de cocodrilo” cuando su lamento no es sincero, cuando aparenta estar compungido sin, en verdad, estarlo, cuando, en definitiva, miente. Los cocodrilos, cuando están en tierra, producen una secreción acuosa en sus ojos para mantenerlos húmedos y lubricados, pero, no son lágrimas de dolor ni de pena. Pues bien, el que fuera primer ministro británico, Tony Blair, pide ahora disculpas por haber apoyado decisivamente la Guerra de Irak, lo hace doce años después y cuando, merced a sus acciones y las de sus compañeros de correrías, consiguieron que en aquel país hubiera millones de muertos, de viudas y de huérfanos. Pero, ese perdón que ahora implora Blair no lo pide por el drama de tanta gente, sino porque dice que aquel error creó las condiciones para que apareciera el Estado Islámico.
No es la primera vez que algún dirigente o ex dirigente aborrece sus fechorías anteriores cuando va entrando en años, pero no porque esté realmente arrepentido, sino porque, en el ocaso de su vida, después de armarlas muy gordas, pretende que los libros de Historia digan que finalmente supo rectificar.
Muchas de las cosas que estamos viendo estos días no hubieran ocurrido si Vladimir Putin no hubiera decidido intervenir en Siria y si el ejército de ese país, con la ayuda de sus aliados iraníes, iraquíes, de Hezbolá y de la aviación rusa no estuviera llevando a cabo una ofensiva exitosa que va a acabar con El Frente al Nusra (filial de Al Qaeda en Siria) y el Estado Islámico. Mientras los asesinos y terroristas desertan y huyen, los que les han estado apoyando hasta ahora, vislumbrando el desenlace final, se arrepienten. Porque, dejémonos de tonterías, han sido algunas potencias occidentales, en particular EE UU y Reino Unido, y sus aliados de los regímenes feudales de la Península Arábiga, los que han armado a los criminales y pagado a los mercenarios yihadistas.
La manipulación en los medios de información occidentales sobre el conflicto que asola Siria e Irak se ha incrementado desde que Rusia ha intervenido y desde que el desenlace parece que va a ser distinto al que algunos preveían. Un detalle que no debe escapar al inteligente lector es que no se ha vuelto a hablar en los informativos ni a mostrar imágenes de los crímenes de los yihadistas. Es muy difícil criticar a Rusia cuando su aviación machaca a los asesinos. Pero, los fanáticos del ISIS siguen haciendo de las suyas. El último vídeo que han colgado en Internet muestra a un prisionero, un joven de 19 años, que, tras hacer una declaración ante la cámara, se pone dócilmente delante de un carro de combate para que le pase por encima y le aplaste. ¿Qué le habrán hecho y qué le habrían prometido hacerle si no se encaminaba por propia voluntad hacia esa muerte atroz? Ese vídeo me recordó a una antigua filmación de la Segunda Guerra Mundial, que vi hace bastantes años, donde los prisioneros corrían prestos a arrodillarse a la orilla de la fosa común donde un oficial nazi les pegaba un tiro en la nuca. Desde aquel día tengo algunas cosas muy claras.
George Bush sigue diciendo que no se arrepiente de haber atacado Irak, José María Aznar aún no ha pedido perdón por haber mentido a todos los españoles con el cuento chino de las “armas de destrucción masiva” y ahora Tony Blair llora con lágrimas de cocodrilo. Tres grandes irresponsables, los de la foto de Las Azores.



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