ISRAEL SE CABREA

 

El Gobierno de Israel ha llamado a consultas a su embajadora en Madrid. En diplomacia, esta es una medida que suele llevar aparejada la ruptura de relaciones entre países, aunque en esta ocasión no va a llegar a tanto. El motivo del enfado de Tel Aviv son las declaraciones del presidente Sánchez condenando el ataque de Hamás del día siete de octubre, pero poniendo en "francas dudas que Israel esté actuando en el marco del derecho humanitario en sus bombardeos sobre Gaza" ¿Es que alguien tiene alguna duda de que Israel no está actuando en el marco del derecho humanitario en sus bombardeos sobre Gaza? ¿Alguien se imagina lo que se habría dicho de España si como reacción a los crímenes de ETA se hubieran bombardeado Bilbao, Vitoria y San Sebastián? Otros países no solo han llamado a consultas a sus embajadores en Israel por sus execrables crímenes en Gaza, han roto relaciones diplomáticas con el país hebreo y los sionistas no se han enfadado tanto como con las palabras de Sánchez, pero el caso de España es muy distinto: Israel ha hecho en el pasado ingentes esfuerzos para que nuestro país lo reconociera como Estado, esfuerzos que incluyen su intromisión en el golpe de estado de 1981, no me refiero al 23F, me refiero al de verdad, el que obligó a dimitir a Suárez el 29 de enero. España es ahora el país que ostenta la presidencia de la UE y las cosas se complicarían mucho para Israel en el ámbito internacional si la UE, que hasta ahora ha apoyado a Israel en todas sus acciones, cambiara de parecer cuestionándolas verdaderamente. Pero, yo creo que lo que ha llevado a Israel a llamar a consultas a su embajadora en Madrid es lanzar un mensaje de amenaza diplomática a otros países y chantajear a España, porque los sionistas se han dado cuenta de que a Sánchez se le puede extorsionar y chantajear para que cambie de opinión y para que haga lo que tu quieras que haga. Exactamente la misma maniobra diplomática que ahora ha hecho Israel la hizo Marruecos, espiando el teléfono móvil del presidente de España con un programa israelí (Pegasus) y retirando a su embajadora en Madrid para chantajear a Sánchez y que España reconociera la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. No solo hablamos de dos casos que se parecen como dos gotas de agua, en los dos Israel está metido de por medio.

Lo que hagan países como Israel o Marruecos, acostumbrados a pasarse el derecho internacional y los derechos humanos por la entrepierna, a mí no me extraña, lo llamativo del caso es que haya fuerzas políticas, medios afines y personas en España que apoyen a esa gente y que, en su lucha política contra el Gobierno de España, apoyen las arteras maniobras de países extranjeros contra el nuestro bajo cualquier coartada. Si para muestra basta un botón, el programa Horizonte que presenta Iker Jiménez es una buena muestra: Que un general retirado del Ejército Español (Dávila) justifique los crímenes sionistas en Gaza y diga que no se pueden criticar para no enfadar a Israel es muy fuerte, pero que manifieste que el único problema que existe en Palestina es Hamás, como si no hubiera sucedido nada allí antes de la creación de Hamás en 1987 y como si no sucediera nada en Cisjordania, donde gobierna la OLP  y Hamás es testimonial, no es no tener ni idea del asunto, porque estoy seguro que el mencionado general la tiene, es ser claramente partidario del genocidio palestino. No solo no han llevado a la mesa del programa Horizonte a ningún representante palestino para que opinara, no solo no se han cuestionado cómo es que todos los israelíes que han entrevistado tienen acento argentino o de otros países sudamericanos, la guinda la ha puesto en el programa que terminó en la madrugada del día 1 de este mes la  esposa del propio Iker Jiménez, Carmen Porter, dando por cierto todo lo que han dicho los sionistas sobre el ataque de Hamás del día 7 de octubre pero diciendo sobre los niños muertos en los bombardeos de Israel sobre Gaza que "puede ser un montaje", cuando la ONU, la OMS, Médicos sin Fronteras y periodistas de varios países son testigos de lo que allí sucede y tenemos imágenes y vídeos independientes a cientos de la devastación y de los miles de muertos en Gaza.

Mi opinión sobre el asunto de las relaciones diplomáticas con Israel es clara: España, como hizo Franco y como hizo el presidente Adolfo Suárez, nunca debió establecer relaciones con un país pirata en el ámbito internacional, un país genocida y un país que ha intervenido, como hemos dicho, en los asuntos internos de España, y que lo ha hecho muy recientemente incluso apoyando a los separatistas catalanes en manifestaciones callejeras o, con la intermediación de George Soros, asegurando la financiación de Cataluña en los primeros meses de una hipotética independencia. Señora embajadora de Israel, no regrese usted a Madrid, a muchos españoles no nos gusta que nos tomen el pelo y que nos chantajeen.