martes, 3 de mayo de 2022

EL PETRÓLEO RUSO Y LA ESTANFLACIÓN

 


Cuando alguien está empeñado en suicidarse no puedes hacer nada, y eso es lo que están empeñados en hacer los burócratas de Bruselas y la mayoría de los gobiernos de la UE. No era la malvada Rusia la que nos iba a cortar el gas y el petróleo y chantajearnos con ello, como nos habían contado, es la UE la que no quiere pagar el gar ruso en rublos y la que quiere dejar de comprar petróleo al primer exportador mundial. Y eso tiene un por qué y tiene consecuencias: Los que sigan a este humilde francotirador del teclado recordarán que ya habíamos comentado el año pasado que EE UU entraría este año 2022, o como mucho en 2023, en un escenario de estanflación, es decir un escenario con alta inflación y crecimiento negativo, con todo lo malo que eso acarrea. Pues bien, EE UU, si computamos el mercado de vehículos de segunda mano (muy importante en ese país) y de la vivienda, tanto en compra como de alquiler, tiene una inflación en torno al 15% (hiperinflación) y en el primer trimestre de este año su economía tuvo un crecimiento negativo del -1,4%. Pero ¿qué hubiera sucedido en EE UU sin la guerra de Ucrania, sin sus millonarias exportaciones de armas y sin sus millonarias exportaciones de gas obtenido por fractura hidráulica, al doble de precio que el gas ruso, cuando ha sido la caída de las exportaciones una de las causas más importantes de la coyuntura económica de estanflación en USA? Cuando las compañías petroleras estadounidenses, y las de otros países occidentales, como REPSOL, están ganando más que nunca y cuando la gente ya no puede llenar el depósito de su coche por los altos precios de los combustibles, quieren cortar las importaciones de petróleo ruso a Europa, que suponen, dependiendo de los países, en torno al 26% del total, siendo muy optimistas. El dinero fiat que los bancos centrales occidentales han estado imprimiendo como si fueran cromos y repartiendo gentilmente a particulares y empresas hay que valorizarlo y hay que atenuar las consecuencias desastrosas de esas locas políticas y eso se hace con los sacrificios de la gente ¿Verdad que ya se lo habíamos dicho?

En España todavía está fresca la huelga del transporte por culpa, principalmente, de la carestía del diésel y el Gobierno ha tenido que poner 20 céntimos por litro de dinero público, es decir, dinero de nuestros impuestos, para que los camiones volvieran a circular y para que los supermercados y las fábricas no quedaran desabastecidos/das. A pesar de ello, Pedro Sánchez es uno de los gobernantes europeos que más está presionando para cortar el suministro de petróleo ruso. Parece que para la pseudoizquierda que nos gobierna es más importante sacar pecho en la próxima reunión de la OTAN en Madrid, con sanciones a Rusia y enviando armas a Ucrania, y seguir las órdenes de Washington, como hemos visto también en el asunto del Sáhara Occidental, que los problemas que aquejan a los españoles, a nuestros camioneros, a nuestros agricultores, a nuestros pescadores, etc, que otra vez verán encarecidos los combustibles, los fertilizantes, los plásticos, etc. La grosera campaña antirrusa que hemos visto y estamos viendo en los medios de comunicación, donde también se ha implantado la censura, era un instrumento para alienar a la gente, ahora se ve diáfano, así, según una encuesta, el 65% de los españoles dicen estar a favor de cortar las importaciones de gas y petróleo rusos aunque se dispare la inflación y nos vayamos al cuerno. Oigan, pues, ustedes mismos. Siempre le podrán echar la culpa a Putin.

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