sábado, 27 de febrero de 2021

LAVADO DE CARA

 


Estos días el Rey Emérito ha entregado cuatro millones de euros, en una segunda entrega a Hacienda, para intentar regularizar su situación, evitar ser procesado y poder, así, volver a España. Al mismo tiempo, su hijo, el Rey Felipe VI, y una pléyade de periodistas y tertulianos, nos han recordado el servicio a España y a la democracia que Juan Carlos hizo durante el intento de golpe de Estado del 23F y nos han vuelto a pasar por las narices el famoso discurso de la madrugada del 24F que desactivó la asonada. Se trataría de seguir engañando a los españoles, a los que se ha hurtado la verdad del golpe de 1981, no exactamente la intentona del 23F, y de lavar la cara al emérito, para que pueda regresar a España. Sin embargo, nadie sabe de dónde ha sacado Juan Carlos el dinero que ha entregado a Hacienda y si su procedencia tiene también origen delictivo y los españoles empiezan a conocer, mal que les pese a muchos, la realidad del golpe de Estado de 1981, donde Juan Carlos no sería el héroe, sino el villano. Algunos se han atrevido a volver sacar a la luz que el entonces rey de España quería cargarse al presidente Adolfo Suárez. Esas imágenes de los dos paseando juntos y de Juan Carlos pasando la mano por encima del hombro a Suárez eran engañosas y ni nombrándole duque, cosa que hizo, el ahora emérito podría reparar en una mínima parte lo que le hizo a Suárez y a la democracia. Se ha hablado mucho estos días también, como en todos los aniversarios del 23F, de las tramas civil y militar, pero de lo que no se ha hablado nada es de la trama extranjera, que esa fue la principal causa del golpe que le dieron al presidente Adolfo Suárez, no los asesinatos de ETA, no la situación económica y social, no  las maniobras del “Búnker”. En efecto, siempre se olvidan los sesudos analistas de que el presidente Suárez se negaba a que España entrara en la OTAN si la organización atlántica no cubría también la soberanía española de Ceuta y Melilla y de que también se negaba a reconocer el estado de Israel hasta que, como exigía la ONU, los sionistas devolvieran los territorios ocupados durante la guerra de 1967. Esas cuestiones fueron la perdición de Suárez, porque los servicios secretos de EE UU y de Israel supieron aprovechar muy bien el caldo de cultivo, el ruido de sables y a Juan Carlos para arrimar el ascua a su sardina ¿A qué viajó Enrique Múgica a Israel en varias ocasiones? ¿De qué habló el conspicuo socialista con el general Armada? ¿Qué hizo durante los meses anteriores al golpe el embajador estadounidense en España? El único objetivo del golpe era apartar a Suárez, sin duda el mejor y más patriota presidente que ha tenido este país, del poder al precio que fuera. La trama, como ya todo el mundo empieza a conocer, comprendía instaurar un gobierno de “salvación nacional” ¿le suena? al margen de las urnas donde el presidente sería el general Armada y el vicepresidente Felipe González (otro pájaro que tiene a mucha gente engañada) y la operación se llamaba “Operación De Gaulle” porque era una copia chusca de lo que se había hecho en Francia en los años 50 para evitar que los comunistas llegaran al poder. Sin embargo, algo salió mal, el teniente coronel de la Guardia Civil, Tejero, y su jefe, el teniente general, Jaime Milans del Bosch, que había sacado los tanques a la calle en la capital del Turia, y también el “Búnker”, se negaban a que se diera solo un golpe de timón, querían un golpe de Estado fascista en toda regla y cuando se enteraron que el vicepresidente iba a ser Felipe González y que el general Armada, que sería el presidente del Gobierno, incluso iba a proponer ministros comunistas se enfrentaron a los que habían planificado tan minuciosamente la operación. Pero, a fin de cuentas, el golpe de Estado ya se había dado, los golpistas habían logrado que Suárez dimitiera, que era de lo que se trataba, así que solo faltaba por desactivar la “tejerada” y a cuatro locos aventureros fascistas, que fue lo que hizo Juan Carlos y el jefe de la Casa Real, Sabino Fernández Campo. Leopoldo Calvo Sotelo fue investido presidente y metió a España en la OTAN y Felipe González (recuerde usted la ignominia del eslogan “OTAN, de entrada no”) ganó las elecciones un año después. Unos meses más tarde Felipe González reconocería el Estado de Israel ¿Lavado de cara? ni con lejía.

2 comentarios:

  1. Interesante su version del 23F..hace tiempo que esperaba por ella..me sorprende su intento de magnificar a Adolfo Suarez,cuando en realidad fue un presidente debil y en minoria.En 1980 la UCD ya era un cadaver,con dimisiones y remodelaciones continuas,no se entendian ni ellos..un presidente que no gustaba a la izquierda ni a la derecha..incapaz de meter en vereda a ETA,por las buenas o por las malas..acuerdese de lo que paso con la central nuclear de Lemoniz..Mire,en los sucesos del 23F influyeron varias cosas..una crisis economica brutal derivada de la internacional del petroleo y que se cebo en nuestra industria,por supuesto,los crimenes y secuestros de ETA cada semana..el cancer incipiente las autonomias que aun arrastramos hoy en dia..un gobierno debil que no gustaba a nadie y que solo creaba problemas,por mucho que ud lo magnifique..y un creciente malestar entre el Ejercito por haber legalizado el PC..aparte de eso el Rey tampoco gustaba demasiado..el fracaso del golpe fue debido a la presion internacional por ineteses diversos,ellos algunos de los que ud ha mencionado,pero tambien economicos,geoestrategigos y militares,presiones que Franco supo mantener a raya..El 23 F es mas complicado de lo que ud cuenta y faltan algunos actores y hay algunas dudas,como por ejemplo porque se dio el golpe de estado cuando Suarez ya habia dimitido,hecho que demuestra su teoria..como dijo Juan Carlos, si los militares quieren,no se mueve nada en este pais..pero los militares se acojonaron por las posibles sanciones internacionales

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  2. A mí me gusta apoyar y defender siempre a los que tienen razón, a los justos y a los verdaderos patriotas, por eso, a pesar de que mi ideología está muy lejos de la de Adolfo Suárez, lo defiendo. Una cosa es la literatura, que está muy bien, mola mucho y gusta a la gente y otra muy distinta la verdad ¿Se imagina usted a un comunista decidiendo, en el programa FACA y con Gutiérrez Mellado de ministro de Defensa, qué avión tendría que comprar España, si el F-16 o el F-18? ¿verdad que no? ¿sabe usted quiénes eran "Boboking", "Pío Facundo", "Paco Jones" o "Policarpo Monturiol"? me lo llevaré a la tumba. Por eso, como yo he visto cosas que vosotros no creeríais, me hace mucha gracia la literatura.

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