lunes, 15 de febrero de 2021

CATALUÑA ¿Y AHORA QUÉ?

 


Los resultados de las elecciones autonómicas catalanas no han sido una sorpresa para nadie medianamente bien informado. Seguramente de no haber tanta abstención como ha habido hubieran variado algo, beneficiando a los partidos constitucionalistas, pero es muy difícil saber a quienes de ellos más y a quienes de ellos menos. Que los independentistas tendrían mayoría de escaños era previsible, que Ciudadanos se pegaría un gran batacazo era previsible, que Vox obtendría un buen resultado era previsible y que el PP quedaría último era previsible. Si me apura, lo que yo no tenía muy claro era que el PSC fuera a ganar las elecciones y que Los Comunes mantendrían sus ocho diputados, por eso introducir la variable de la abstención en la ecuación del análisis es importante. Lo que para mí no era previsible, y si hubiera jugado a futurólogo con ello me habría equivocado completamente, es el gran ascenso de la CUP, que ha pasado de cuatro a nueve escaños. El resultado de los independentistas, anarquistas y antisistema de la CUP va a mediatizar mucho las negociaciones y el futuro gobierno de la Generalitat, veamos: Si alguien piensa que hay alguna posibilidad de un gobierno de izquierdas en Cataluña, de un tripartito como hubo en el pasado, de un gobierno PSC-ERC-Los Comunes, que se vaya olvidando de ello. Seguramente eso, con los mimbres que han salido de los comicios, sería lo mejor para Cataluña y para España, pero en la Cataluña actual las ideologías políticas han pasado a un segundo plano y si bien eso persiste entre los no independentistas, a los independentistas lo único que les preocupa es la independencia y el gigantesco “pesebre” que alrededor del “Procés” se ha tejido en Cataluña. Así que ERC pactará sin ninguna duda con el Junts de Puigdemont, aunque sean los herederos políticos del 3% y muy de derechas. El problema de ERC y Junts es que, como en la legislatura anterior, no tienen mayoría y necesitarán a los extremistas de la CUP para formar gobierno y para gobernar y ahora los anarquistas con nueve diputados y envalentonados van a exigir pasos inequívocos y rápidos hacia la independencia. Pero, hete aquí que aparece en este entuerto un actor que puede ser decisivo con sus ocho diputados y que no es otro de Los Comunes de Pablo Iglesias y compañía. Por supuesto que Los Comunes, ya lo han dicho, ni de coña gobernarían con la derecha de Junts, pero podrían abstenerse para evitar el chantaje de la CUP. A Podemos, a Los Comunes y a Pablo Iglesias los crucificarían en los medios y en las tertulias, pero sería un favor inmenso a Cataluña y a España y, por supuesto, sería el mal menor. Atentos.

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