viernes, 1 de enero de 2021

AÑO NUEVO, ESPERANZA NUEVA

 


Como nos han sugerido los de sidra El Gaitero en el anuncio televisivo de este año, hemos gritado todos esta pasada Nochevieja ¡que le den a 2020! Pero, los calendarios nada tienen que ver con los problemas, salvo que los problemas los hayamos creado nosotros adaptándolos al calendario, como suelen hacer los políticos y los burócratas de la UE. Así que los musulmanes y los chinos, por ejemplo, que tienen otros calendarios, tendrán otras fechas señaladas para tener la vana esperanza de romper con el pasado. Es precisamente esa esperanza, basada en buenos deseos, sin base científica alguna, sin estar asentada sobre datos, la que se ha enseñoreado absurdamente este nuevo año que comienza, la esperanza como corazonada, la esperanza de que todo va a ir mejor porque no puede ir peor el año que comienza que el año que acaba de terminar ¿está usted seguro que 2021 no puede ser aún peor que 2020? ¿se imagina que le pasaría a nuestra esperanza si el Maligno (es una muletilla dialéctica, claro) se hiciera también con 2021? La esperanza es lo último que se pierde, me dirá usted, repitiendo una patraña que todos dan por cierta, pero la verdad es que es lo penúltimo. La esperanza en las vacunas, cuando no sabemos realmente su efectividad, cuando no conocemos si serán eficaces contra las nuevas variantes, contra las mutaciones del virus, y cuando lo más probable es que tardemos incluso años en tener a la mayoría de la población vacunada, no puede prevalecer sobre las medidas de protección que hay que seguir guardando y contra las medidas económicas que los Estados van a tener que seguir tomando durante mucho tiempo, lo verdaderamente importante es la lucha. La esperanza de una vuelta a la normalidad, es decir, a lo que había en 2019, tiene mucho de acto de fe y muy poco de científico. Yo no sé si perdida la inocencia, como dice Rafaela Carrá, en el Sur se pasa mejor, pero, perdida la esperanza los políticos saben que no pueden torear a la gente, por eso nos han regalado todos ellos tanta esperanza para este nuevo año.

2 comentarios:

  1. Mire, ud habla de datos,de ciencia,de bases cientificas, sin pararse a pensar que puede que haya problemas que no tienen solucion.Tendemos a creer,por alguna extraña razon, que todos nuestros problemas economicos,vitales,de salud,incluso sentimentales, pueden desaparecer con una pócima mágica, y nada mas lejos de la realidad..se han creado falsas esperanzas en las vacunas hacindonos creer que el dia uno de enero se vacunaria a todo el mundo y el virus sería historia,craso error..nos queda virus,variantes y mutaciones para muchos años..es imposible vacunar a todo el mundo,aunque no nos lo digan..y basta una docena de portadores de una nueva cepa para que estemos otra vez como el 2020..y creame el virus no entiende de guarismos numericos ni de años nuevos..cada vez se perfila mas como unica solucion la inmunidad del rebaño y la seleccion natural..se que no es lo que la gente quiere oir y que ud no esta de acuerdo, pero me temo que no hay plan B..la economia no soportara otro año como el pasado..y la voracidad fiscal de los estados tampoco..un saludo sr Suarez

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  2. Me encanta que ustedes, los que hasta hace cinco minutos creían en Adán y Eva y negaban la evolución, se hayan hecho seguidores de Charles Darwin y de su "selección natural". Progresan adecuadamente. También se han hecho marxistas, pero aún no se han dado cuenta. La selección natural no opera en los humanos como en los demás animales, si operara de la misma manera los diabéticos y los miopes, por ejemplo, no sobrevivirían y no trasmitirían sus genes, opera a nivel de sociedades ¿quiere usted que le diga qué sociedad se va a imponer en este siglo XXI? No le iba a gustar, pero, la acabará defendiendo exactamente igual que ya defiende la teoría de la selección natural, en este segundo caso sin reconocerlo, claro. Saludos igualmente.

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