domingo, 26 de enero de 2020

OTRA VEZ VENEZUELA


Otra vez las derechas han sacado a pasear a Venezuela, más concretamente a Guaidó, un individuo a sueldo de la oligarquía venezolana (esto desde que, de jovenzuelo, era matón en las calles) y de los EE UU. Cuando el Gobierno de España, en cada Consejo de Ministros, les da un susto y un mamporro político, bien sea subiendo las pensiones, subiendo el sueldo a los funcionarios, subiendo el Salario Mínimo Interprofesional o derogando (esa es la próxima)  lo peor de la Reforma Laboral de Rajoy, las derechas se quedan sin argumentos para la crítica y la oposición política ¿cómo van a criticar unas medidas que favorecen a la mayoría de las familias españoles, especialmente a los trabajadores? Así que a Casado a Abascal y a los restos de Ciudadanos no les queda otra que buscar debates para intentar hacer daño al Gobierno, crear debates políticos absurdos que no resisten en más mínimo análisis. Yo soy plenamente consciente de que este Gobierno se va a equivocar mucho y que va a cometer grandes errores, pero si las derechas piensan regresar al poder a lomos de Guaidó y de cualquier otro asunto que a los españoles no les afecta, se van a equivocar por completo. El tema tiene guasa, porque ninguno de los derechistas que critican A Maduro (y no es que a mí me gusten Maduro y su régimen) ha dicho ni escrito nada en su vida contra otras muchas dictaduras que en el mundo han sido o todavía existentes. Es más, todavía recuerdo las críticas de la derecha que recibió el juez Baltasar Garzón cuando empapeló a Pinochet. Parece obsceno que esta misma gente, mucho de los cuales no han condenado el franquismo y todavía veneran a Franco en la intimidad (que esa dictadura la tuvimos aquí, no a miles de kilómetros, en Venezuela) nos quieran dar lecciones de democracia y pretendan intervenir, soslayando el Derecho Internacional y la Carta Fundacional de la ONU, pasándose por la entrepierna la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en los asuntos internos de un Estado soberano. No es baladí recordar que de los 193 Estados representados en la UNU solo 54 han reconocido como presidente a Guaidó, un presidente que no ha ganado ningunas elecciones. La verdad es que a nadie importaría un pimiento Venezuela, los venezolanos y la democracia allí si no fuera el país del mundo con mayores reservas de petróleo. Los EE UU, los que promocionaron, financiaron y sostuvieron dictaduras horribles por todo el mundo, incluida la franquista, también dicen querer la democracia para Venezuela. USA se autoabastece de petróleo, pero tienen un gravísimo problema con el apalancamiento billonario de las petroleras con los bancos para la extracción por fractura hidráulica, si no logran que el precio del crudo escale por encima de los 75 dólares por barril, y el asesinato del general iraní parece que no lo ha logrado, tendrán que volver a las importaciones masivas.  La derecha española, desde que en 1.959 el presidente Eisenhower se paseó con Franco en coche descubierto por Madrid y bendijo su dictadura a cambio de cuatro bases militares, está, servil, a las órdenes de los EEUU  ¿Hay alguien, en su sano juicio, que tenga la más mínima duda, que se atreva a discutir, que si mañana Maduro pone el petróleo de Venezuela en manos de EE UU y Trump dice que ahora hay que tirar a Guaidó a los caimanes no coge Casado al traidor por las manos, Abascal por los pies y mientras Arrimadas dice a la de una, a la de dos y a la de tres, lo tiran al agua? Por cierto, no me olvido de los lobbystas ¿no dicen que la cara es el espejo del alma? ¿se ha dado usted cuenta de la cara de malos que se les ha puesto a Aznar y a González con los años?

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