martes, 18 de enero de 2022

¿SUBIRÁN LOS TIPOS DE INTERÉS?

 


Mientras nuestros políticos se hacen fotos con las vacas y los tertulianos discuten sobre cosas banales, en este país nadie habla de la inflación, da igual que sean de izquierdas, de derechas o de la zona que va a dejar libre Ciudadanos, que no es el centro, porque el centro político no existe. Nadie quiere mentar la bicha y abrir un debate en torno a ella, no vaya a ser que la gente se asuste demasiado y reaccione de forma no controlada. No sucede lo mismo en los EE UU, donde los ciudadanos ya están sufriendo en sus carnes una inflación que cabalga desbocada, después de estar cobrando millones de personas 2.000 dólares mensuales en casa sin trabajar y cifras milmillonarias las empresas, todo repartido gentilmente por el Gobierno. Se ha comunicado una inflación en diciembre del 7,04%, pero la real en EE UU es mucho más alta. Los precios en el mercado de los vehículos de segunda mano, muy importante en ese país, han subido nada menos que un 37% y el precio de los alquileres y compra de vivienda en torno al 20%. La inflación real en los EE UU estaría, por tanto, si se computaran todos los bienes y servicios, en torno al 15%. El debate en los EE UU ya no se centra en la inflación, sino en sus consecuencias, principalmente en si subirán, o no, los tipos de interés para controlarla. Algunos economistas dicen que, aunque la Reserva Federal ha anunciado que subirá los tipos de interés hasta tres veces este año, no los va a subir, porque al Gobierno y a la propia Reserva Federal la economía y la política monetaria se les ha ido de las manos y si suben los tipos de interés, aunque solo sea un punto, o menos, los bancos y las compañías de seguros, muy apalancados con los bonos a 30 años, irían a la quiebra. El escenario se parecería dramáticamente a la crisis financiera de 2008. Otros expertos, por el contrario, afirman que la economía estadounidense está ya totalmente fuera de control y que el mercado operará de forma inmisericorde, independientemente de lo que opine el Gobierno y la Reserva Federal, ajustando los precios a sus valores reales, con una devaluación dramática de los salarios y de las condiciones de vida de la gente y con una subida de los tipos de interés que hará quebrar a bancos, compañías de seguros y hasta a Estados, poniendo en gravísimas dificultades divisas como el dólar, la libra y el euro. Estos expertos dicen que las políticas keynesianas han sido un fracaso, porque fabricar dinero sin respaldo de valor e introducir en la economía billones de esos billetes alegremente se va a pagar ahora con sangre, sudor y lágrimas. En fin, vayamos a los números: La tasa de interés interbancario en los EE UU está en estos momentos en el 0,08%, es decir, si ajustamos la tasa de interés a la inflación oficial nos da el resultado de una tasa real interbancaria efectiva del -6,96%. De locos. Solo los muy ricos, que se cuentan con los dedos de las manos, van a salir beneficiados de todo esto. De momento la Reserva Federal no ha subido los tipos de interés y sigue imprimiendo, aunque en menor cantidad, dinero fiat. Veremos si finalmente el mercado pone orden. En otras palabras, los intereses no pueden subir, pero tienen que subir. 

Hay verdadero terror en las autoridades monetarias ante lo que podría pasar, que los mercados se impongan a los bancos centrales, porque, si se desatan los acontecimientos y queda diáfano que no se puede realizar más gasto público que el dinero que se recauda y que no se puede recurrir indefinidamente al déficit y la Deuda, las cosas se pueden poner muy difíciles y aquí, cuando se llega al momento de la explosión, no funciona el sistema "justo a tiempo" para solucionar con una varita mágica todas las fechorías que se han estado cometiendo desde hace años.





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