Pocas horas antes de la entrada en vigor del alto el
fuego (que excluye a los grupos yihadistas) el EAS ha completado el control de las mas importantes ciudades del
país, en especial de Alepo y su provincia, cortando todas las vías de
aprovisionamiento que surtían a los terroristas de hombres y material a través
de Turquía y, junto con los milicianos peshmergas kurdos, rodeando en una
gigantesca bolsa al nordeste del país, en torno a Raqqa, a las huestes
yihadistas, que no van a poder conectar con las fuerzas del ISIS en Irak, que
tienen su capital en la ciudad kurda de Mosul. Después de años de una guerra
azuzada desde fuera, que ha destrozado el país y que ha provocado centenares de
miles de muertos y millones de refugiados, se empieza a ver la luz al final del
túnel.
Largas columnas de camiones
precedidas por vehículos blindados de transporte de infantería y de carros de
combate T-72 y T-90 están llegando a Alepo para tomar por completo la ciudad y
empezar el reparto de alimentos y la reconstrucción de los equipamientos
básicos, incluyendo los administrativos.
La victoria sobre los terroristas
no habría sido posible sin la determinación de los soldados del EAS y de la
población que ha permanecido fiel al Gobierno, pero también ha sido muy
importante la contribución de aliados como los milicianos de Hezbolá y de los
peshmergas kurdos. Pero, sin duda, ha
sido la ayuda de Rusia lo mas decisivo, pues sin sus suministros de armas y sin
los bombardeos de su aviación no se habría podido aplastar a los fanáticos
del Estado Islámico, el Frente Al Nusra y otros grupos criminales.
Si los aviones rusos han sido muy
importantes para los espectaculares avances de los últimos meses, no lo han
sido menos otras armas rusas de las que se ha hablado menos, desde vehículos de
transporte blindados hasta piezas de artillería, comprendidas lanzaderas de
cohetes. Quizá haya sido el carro de combate T-90, del que Rusia ha
suministrado una buena cantidad a Siria, el que mas ha contribuido a marcar el
punto de inflexión en las batallas terrestres. El T-90 es un carro de combate
medio, que solo pesa 40 toneladas, mucho menos que los occidentales, pero muy
maniobrero y que suple con ventaja su menor espesor de coraza con sistemas
reactivos de defensa muy sofisticados que han convertido en completamente
inútiles las armas con que cuentan los terroristas, especialmente los misiles
contracarro TOW, de fabricación norteamericana, que fueron surtidos a miles a
través de Turquía pagados por los regímenes feudales árabes. Inmediatamente
después del bombardeo aéreo, son los T-90, apoyados por helicópteros de ataque,
los encargados de romper el frente, para luego ser explotado por los T-72, que
aunque tienen algunos dispositivos de protección electroóptica, como el que
llaman “la pajarera”, porque eso es lo que parece, y planchas explosivas, no son totalmente invulnerables a
los misiles norteamericanos de doble carga hueca. No es, sin embargo, el T-90
el carro de combate mas sofisticado y poderoso con que cuenta Rusia, sino el
T-14 “Armata” el vehículo de su clase, con diferencia, mejor del mundo, pero
que no ha intervenido en la Guerra de Siria.
Foto 1: Unos y otros
Foto 2: El EAS vitoreado en su avance
Foto 3: Carro de combate T-90
Foto 1: Unos y otros
Foto 2: El EAS vitoreado en su avance
Foto 3: Carro de combate T-90
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