Las Fuerzas Aeroespaciales Rusas
están empezando a recibir los primeros cazabombarderos de quinta generación
Sukhoi PAK FA T-50 (no confundir con el avión de entrenamiento avanzado de
Corea del Sur KAI T-50 Golden Eagle, que está en otra categoría muy inferior)
para su evaluación y pruebas en condiciones reales de combate. Casi todos los
expertos coinciden en que la nueva aeronave rusa, por sus características
excepcionales, está llamado a ser el mejor avión de combate del mundo durante gran parte del siglo XXI. El Su-57 como todos los aparatos de quinta
generación, tiene una buena parte de su fuselaje recubierta de materiales
compuestos que le otorgan una muy baja firma radárica. Se dice que, a pesar de
ser un avión de un tamaño considerable, en las pantallas de radar solo parece
tener medio metro cuadrado. Pero, al contrario de los cazas norteamericanos de
quinta generación, como el F-35 y el F-22, que apuestan por la indetectabilidad
como su principal característica, el nuevo caza ruso explota mas otras
cualidades, como un gran alcance, una maniobrabilidad excepcional en el combate
cerrado, una gran capacidad para llevar grandes cargas de armamento, muy buena
velocidad sin poscombustión, etc. Los ingenieros de Sukhoi y los militares
rusos estaban convencidos desde el principio del proyecto que la
indetectabilidad absoluta no existe ante algunas tecnologías y que supeditar el
desarrollo del proyecto del avión a un pretendido bajo eco radárico sería un
gran error. En la Guerra de Yugoslavia los artilleros serbios derribaron un
bombardero táctico F-117 estadounidense de quinta generación usando viejos
misiles rusos y un radar con muy baja frecuencia de onda (los serbios insisten
en que también derribaron un, también sobre el papel indetectable,
superbombardero estratégico B-2, el avión mas caro del mundo, que se estrelló
en Croacia). Eso ya lo están pagando en sus carnes los norteamericanos y los
países occidentales que se han comprometido en el desarrollo y adquisición del
cazabombardero F-35, cuyas primeras unidades son poco detectables pero tan
decepcionantes que la NAVY ha paralizado la compra de mas aparatos y ha
encargado mas F-18 de cuarta generación hasta que pueda recibir nuevos aviones
de sexta generación, cuyo desarrollo y puesta en servicio puede llevar, como
mínimo, entre 15 y 20 años y cuyos precios serán astronómicos.
El único caza occidental que
podrá hacer frente a los nuevos aparatos rusos es el caro cazabombardero F-22.
El avión norteamericano tiene una muy baja firma radárica, gran velocidad y muy
buena maniobrabilidad, pero mucho menos alcance que el avión ruso y mucha menos
capacidad para llevar grandes misiles. El Su-57 llevará entre su armamento
stándar el misil aire/aire de largo alcance VYMPEL R-37, que en sus primeras
pruebas ha abatido objetivos a mas de 300 kilómetros de distancia. También portará
los misiles de alcance medio VYMPEL R-77, que competirán con los occidentales
AIM-120 AMRAAM, pero que tienen una ojiva de combate mucho mas destructiva. El Su-57 no abandona el cañón de 30 mm y también podrá utilizar bombas y misiles
aire/tierra guiados por satélite y una
versión mejorada del misil antibuque KH 35, que, según los rusos, puede hundir
un gran portaaviones.
Sukhoi ha hecho un gran trabajo,
incorporando tecnologías punta en el nuevo avión, pero conservando algunas que
ya convirtieron al SU-27 y sus derivados en los mejores aviones de combate de
cuarta generación, como unas eficaces toberas vectoriales y un diseño
característico donde el fuselaje se confunde con el ala formando un todo.
El PAK FA (en ruso, Complejo
Perspicaz Aéreo de Aviación de Combate) T-50 (su-57) tiene muchas características
secretas y seguramente sufrirá algunas modificaciones después de ser evaluado
en servicio real por los pilotos rusos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario