La compra de un vehículo no es
ninguna tontería, sobretodo porque requiere el desembolso de una buena cantidad
de dinero o el endeudamiento serio durante algún tiempo. Son muchos los
condicionantes y el tipo de clientes que influyen a la hora de la compra de un automóvil, pero, para
reducir el abanico de potenciales compradores, los reduciré a una familia
trabajadora o de clase media con un máximo de dos hijos y suponiendo que solo
van a tener un coche. Los millonarios que compren lo que les venga en gana.
Como muy bien saben los
vendedores de coches, muchos compradores no tienen nada claro cual es el
vehículo que verdaderamente necesitan, solo lo que pueden gastar, y escogen en
función de lo que les dicta el corazón y la vista mas que la razón. Incluso son
mayoría los que eligen el color del coche, algo muy importante, según el que
les parece mas bonito. También entran en juego las apariencias, por eso los
automóviles son cada vez mas grandes y, en el segmento D, empieza a ser un
problema encontrarles plaza de garaje, pues ya todos se acercan a los cinco
metros de largo, que era la medida tradicional de los del segmento E, que
también han aumentado de tamaño. Son muchos los que quieren tener un coche mas
grande que el vecino. Si a todo esto añadimos la ridícula moda de los SUV, que
son vehículos con menos estabilidad, menos maletero, que gastan mas, que
cuestan mas y que no son todoterreno (solo pueden atreverse con pistas en buen
estado) y se usan normalmente para circular por ciudad, tendremos una idea mas
o menos clara de la poca racionalidad de las compras. Yo siempre comparo la
moda de los SUV a la de las bicicletas de montaña. Si vas a circular por ciudad
o por carretera ¿para qué quieres una bicicleta de montaña? También es muy
común que muchos compren vehículos de marcas Premium pero “pelados”, porque las
opciones pueden sumar cifras de infarto, en vez de comprar coches de marcas
generalistas, algunas con una calidad casi Premium, por el mismo precio, pero
con todas las opciones de serie. Al contrario que en otros países de Europa,
también es normal que en España se vendan mucho mas las berlinas, si no SUV,
que las rancheras, cuando estas tienen varias ventajas y ningún inconveniente.
A esa familia tipo yo le
recomendaría un automóvil ranchera, porque tiene mas maletero, mayor puerta de
carga y mas cubicaje de aire en el interior, para respirar mejor y que los
cristales se empañen menos; que no pase de los 4,80 metros de largo , con un
motor diésel cuya potencia no sea inferior a los 140 CV, para poder subir con
garantía puertos de montaña y hacer adelantamientos rápidos y seguros y en un
color claro, gris plata o blanco (si es blanco debe ser metalizado o nacarado,
porque sino amarillea con el paso del tiempo) porque en esos colores se ve
menos la suciedad, te ven mas en carretera y cuando se deja el coche al Sol
calienta menos.
También son muy importantes las
opciones. Si no lo lleva de serie son aconsejables los faros de xenón (bixenón,
si lleva cuatro luces) o led de última generación, porque una buena iluminación
es fundamental para la seguridad. También es importante la opción de aviso de
cansancio, sobre todo si se hacen largos viajes, de cambio de carril y de
control de ángulo muerto de los espejos retrovisores. El navegador es interesante
y los asientos de piel son muy prescindibles y hasta desaconsejables. No cito
el ABS, y el control de estabilidad porque ya lo traen casi todos los
automóviles de serie. Para los que no son muy hábiles en el manejo, también es recomendable
el cambio automático (los actuales son estupendos) y el control de pendiente.
Lo ahorrarán en embragues y en sustos. Por un precio de entre 25.000 a 30.000
euros tendrá un buen automóvil del que estará muy satisfecho porque cubrirá todas
sus necesidades y las de su familia.
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