Varias divisiones de infantería,
acorazadas y motorizadas del Ejército Iraquí se preparan al Sur de Mosul (la
capital del Kurdistán que el Estado islámico ha hecho que sea la suya) para
iniciar la ofensiva para liberar la ciudad. Junto a las fuerzas iraquíes
también hay algunos batallones de marines norteamericanos y varias brigadas de
voluntarios chiítas. Por el Norte, unidades de milicianos peshmergas kurdos ya
han iniciado las hostilidades y algunas noticias insisten en el que el grupo de
élite antiterrorista del Ejército Iraquí, que ya cosechó sonados éxitos en el
pasado, está combatiendo en operaciones puntuales sobre la retaguardia enemiga.
Tras la caída de Alepo y su
provincia y la liberación por el Ejército Árabe Sirio de Palmira, Raqqa y Mosul son los últimos feudos importantes del Estado Islámico, desde su capital en Irak gestionan
los terroristas una buena parte de su logística y del robo de petróleo que
venden a Turquía.
Si todos los iraquíes,
particularmente los chiítas, tienen asuntos pendientes con los fanáticos del
Estado Islámico, son los kurdos los que esperan cumplir su venganza. Los
asesinos del ISIS fueron especialmente crueles contra la población kurda,
haciendo una buena parte del trabajo sucio a Turquía. Pero, los mercenarios del
Estado Islámico también se cebaron con los cristianos, yazidíes, etc, algunos/as
de ellos/as también están enrolados en las unidades peshmergas (los que se
enfrentan a la muerte).
La Batalla de Mosul será la decisiva para acabar con el Estado Islámico en Oriente Medio.
FOTO: milicianas peshmergas en el frente.
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