El líder de Podemos, Pablo
Iglesias, ha lanzado un órdago a los socialistas al plantear un Gobierno de
izquierda formado con una coalición PSOE-Podemos-IU. Iglesias no solo ha dicho
cuales serían los acuerdos programáticos: derogación de la Reforma Laboral, de
la actual Ley de Educación, de la llamada “Ley Mordaza” y reformar la
Constitución para, entre otras cosas, salvaguardar los derechos sociales, incluso
ha apuntado quién sería el presidente, el vicepresidente y como se repartirían
los ministerios. La propuesta de Pablo Iglesias aparece en un momento muy
delicado para el PSOE, con algunos barones haciendo declaraciones en sentido
opuesto a las del secretario general, en particular Susana Díaz y Javier Férnandez,
y con Alfonso Guerra diciendo que solo es posible un Gobierno en minoría del PP
o nuevas elecciones. Las declaraciones de Guerra a la revista “Tiempo”,
apostando por un Gobierno del PP en minoría y que el PSOE liderara la oposición
para buscar desde allí el consenso para efectuar algunos cambios, era, sobre el
papel, lo que parecía mas cabal, dadas las líneas rojas que había marcado Podemos,
en concreto la celebración de un referéndum en Cataluña. Pero, hete aquí que
Podemos ha cambiado de opinión y el referéndum en Cataluña dejaría de ser una línea
roja para pactar con los socialistas. Empieza a ser factible, por tanto, un
Gobierno de izquierda con Pedro Sánchez de presidente del Gobierno. El problema
es que un acuerdo de la izquierda, al contrario que en Portugal, no suma
mayoría suficiente para gobernar y haría falta que algunos partidos, como ERC,
el nuevo partido de Artur Mas o el PNV se sumaran al pacto. Esa solución, sin
ceder ante los planteamientos radicales de los nacionalistas e independentistas,
sería como una cuadratura del círculo política, pero, ya hemos visto de todo y
sabemos que la política hace extraños compañeros de cama.
La derecha está desconcertada
desde que los resultados de las elecciones del 20 de diciembre han supuesto la
pérdida de la mayoría, y el PP, después de utilizar su mayoría absoluta como
una apisonadora durante toda la legislatura, tiene ahora un problema: solo
puede pactar con Ciudadanos y eso no es suficiente para formar Gobierno. Pero,
es que, además del desconcierto electoral, la derecha está muy cabreada porque
los populares, sobre todo el Bunker agazapado en el PP y algunos poderes
fácticos, no llevan que los nacidos a la sombra del 15M hayan llegado al Congreso
de los Diputados. A los insultos que habitualmente regalan a los dirigentes de
Podemos se une ahora la pesadilla que para ellos supone un Gobierno de
izquierda como el que ha planteado Iglesias. El “coletas” de vicepresidente del
Gobierno, los “bolivarianos” y los comunistas en el Gobierno, jamás se
imaginaron que eso pudiera ocurrir en España. Hasta tal punto está irritada la
derecha que algunos conspicuos populares están perdiendo los nervios con
declaraciones precipitadas, porque todavía no hay nada decidido, que son muy excesivas
y tienen muy poco de democráticas. A las cosas que habitualmente dice Esperanza
Aguirre, a las que ya estamos acostumbrados, se unen las palabras de la
vicepresidenta en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría: “un pacto del PSOE con
Podemos sería jugar con la vida de los españoles” y otras tonterías que se
están escuchando.
Todo se resume en que empieza a
parecer evidente que la Transición democrática tuvo mucho de paripé, no solo no
se rompió con la dictadura, se estableció una democracia tutelada que solo funcionaba,
y era democracia, si ganaban y tenían las sartén por el mango los de siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario