Un millar de militares franceses en la reserva firmaron un manifiesto, publicado en la revista conservadora francesa, Valeurs Actuelles, en el que los signatarios amenazan con intervenir ante el "creciente caos" que, según ellos, reina en Francia y que amenaza con la desintegración del país. La ministra de Defensa de Francia, Florence Parly, ha exigido sancionar a los generales firmantes de la carta abierta que advierte sobre el riesgo de una "guerra civil" y demanda al presidente de la República, Emmanuel Macron, que se pronuncie en defensa del patriotismo. Marine Le Pen elogió la carta de los militares golpistas franceses e invitó a sus firmantes a "unirse" a su trabajo. "Los invito a unirse a nosotros para participar en la batalla que se avecina, que es la batalla por Francia" ¿verdad que le suena? Pues bien, en Francia no hay un Gobierno "socialcomunista", al contrario, aunque Macron fue ministro de Economía durante el mandato presidencial del socialista Hollande, el actual presidente francés es un tipo muy de derechas que mantuvo en el pasado, y en el presente, estrechas relaciones con la banca francesa, en particular con la Banca Rothschild. También Macron es un referente para Ciudadanos, aunque al presidente francés no le hizo ninguna gracia que los antes de Rivera y ahora de Arrimadas se metieran en la misma cama que Vox en un ménage á trois, eso sí, solo pactado entre el PP y la formación de ultraderecha que lidera Abascal. Pero ¿qué pasa en Francia? ¿por qué también allí hay ruido de sables? Pues, pasa lo que algunos venimos advirtiendo desde hace bastante tiempo: En la Galia el asunto de la inmigración lleva tiempo totalmente descontrolado y ha llegado al punto de que en la actualidad hay barrios enteros, algunos enormes, de la periferia de las ciudades, empezando por la periferia de París, donde ya no rigen las leyes de la República, incluso en algunos lugares los musulmanes han pedido la independencia de Francia. De esto saben mucho los serbiokosovares. Así que los militares golpistas y la ultraderecha francesa, que ya dieron un golpe de Estado en Francia llevando a de Gaulle al Palacio del Elíseo bajo amenaza de Guerra Civil tras el intento de golpe de Estado en Argel por parte de militares franceses, han encontrado una coartada perfecta, agravada por la crisis sanitaria y económico-social provocada por el coronavirus, para volver a su afición favorita. Los militares golpistas franceses no mienten en absoluto, porque todo lo que dicen en su misiva es cierto, y a esa situación se ha llegado por los gravísimos errores de la izquierda y de la derecha democráticas. Como con el Brexit, cuya principal causa también fue la inmigración descontrolada, no hemos tenido suficiente y no hemos tomado nota para rectificar, pues ahora la ultraderecha y el fascismo enseñan las orejas por Europa. Mientras estas cosas suceden en Francia, Vox hace campaña en los barrios de Madrid contra las bandas latinas y Mónica García, de Más Madrid, muy feminista ella, se va a hacer campaña a las Cañadas Reales y se hace un vídeo con las mujeres marroquíes, eso sí, tapadas de la cabeza a los pies, cantando. Sin embargo, la izquierda y la derecha democrática francesas tienen una buena baza a su favor, aunque hayan llevado al país vecino a la desastrosa situación social actual, los musulmanes galos ya son en su mayoría de segunda y tercera generación, es decir, son franceses y, por tanto, votan, mientras que los inmigrantes residentes en España en edad de votar en su inmensa mayoría no tienen la nacionalidad española y no pueden acudir a las urnas. Es un detalle nada baladí. Así que si la derecha y la ultraderecha ganan en Madrid y pueden formar gobierno será en buena medida merced a los errores de la izquierda, que tampoco, aunque se lleve otro batacazo electoral, va a rectificar. Tenemos más de cinco millones de parados entre los trabajadores apuntados en el INEM y los sujetos a ERTEs y una Deuda de más del 120% del PIB, pero, parece que no lo hemos entendido y queremos que vengan más inmigrantes al país que más inmigrantes ha recibido del mundo en los 15 últimos años y donde millones de ellos no tienen posibilidad alguna de trabajar y tienen que vivir de los salarios y ayudas sociales. El problema de la inmigración lo utiliza sabiamente la ultraderecha en su beneficio, como los nazis utilizaron el, aquel inexistente, "problema judío", pero, eso sí, fueron, recordémoslo, precisamente los empresarios que votan en su mayoría a Vox los que pidieron al gobierno de Sánchez que dejara pasar a inmigrantes irregulares para recoger la fruta y las hortalizas de sus explotaciones y son esos mismos empresarios los que emplean a inmigrantes irregulares, con salarios miserables y en condiciones deplorables, en sus negocios y en sus empresas. Solo pido a tanto irresponsable que, por favor, mañana no me lloren.
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