Mientras algunos conspicuos del
PSOE y del PP aprovechan estos días no tanto en procurar formar Gobierno como en abrir las tripas al
compañero, no viene mal aprovechar el tiempo en alguna reflexión edificante,
como, preguntarnos, por ejemplo, ¿porqué la derecha odia tanto a Podemos?
Yo no recuerdo críticas tan
furibundas ni tantos insultos hacia ninguna formación política desde la
Transición, ni siquiera cuando Felipe González, en una intervención desafortunada
en el Congreso de los Diputados, llamó tahúr del Misisipi al presidente D.
Adolfo Suárez. La derecha española no está para dar lecciones a nadie de nada,
porque si bien es cierto que en su seno hay gente democrática y liberal, también
lo es que allí anida también el Búnker, una pléyade de franquistas a los que
para nada les importaría que regresara el Caudillo resucitado y nos volviera a
gobernar por la gracia de Dios. Son precisamente esos impresentables, que no
defienden mas ideario político que el que salvaguarde sus intereses económicos
y sus seculares privilegios, los que utilizan sesudos argumentos y cariñosos
calificativos para Pablo Iglesias y su formación política: “bolivarianos”, “perroflautas”,
“coletas” y cosas por el estilo. Odian a Podemos no porque sea mas izquierdista
que otras formaciones políticas sino porque temen que lleguen a tocar poder. Yo
estoy completamente seguro que esa misma derecha que incluso echa piropos al
bueno de Alberto Garzón lo convertiría en el mismo diablo si IU tuviera la
posibilidad de obtener tantos diputados como Podemos.
Pero, no solo es el PP, sus
medios afines y los pseudointelectuales que le hacen el cardo gordo los que
descalifican continuamente a Podemos, también el PSOE, que no le pone ascos cuando
gobierna con esa formación política, pero que la convierte en uno de los
instrumentos de la nueva pinza que los socialistas se han vuelto a sacar de la
manga cuando no comulga con sus intereses. Lo mismo que le dicen ahora a
Podemos en Asturias se lo decían a la IU que dirigía Julio Anguita cuando el “califa
rojo” les daba las del pulpo y acusaba a Felipe González de ser el señor X de
los GAL.
Yo creo, sin embargo, que el
mayor enemigo de Podemos no es ni el bipartidismo ni siquiera la derecha mas
extrema, sino ellos mismos. Para mí han cometido dos errores muy importantes en
los últimos tiempos, el sectarismo demostrado a la hora de converger con otras
fuerzas políticas de la izquierda y el apoyo tácito a los independentistas en
Cataluña y el País Vasco y a amalgamas de dudosas intenciones, como sus aliados
de Valencia. Esa falta de coherencia política y de sentido de Estado también se
muestra en algunas de sus propuestas que están muy alejadas del sentido común y
de lo que España realmente necesita, como querer subvencionar a medio país en
vez de priorizar la inversión, que es lo que crea riqueza y crea empleo.
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