Es cierto, España es un enfermo de coronavirus
que ya tenía patologías previas. Una de esas “patologías” era la sociedad dual,
en nuestro país había una sociedad paralela de millones de personas, es
imposible saber exactamente cuántas, que vivían en la economía sumergida o de
los salarios sociales o ambas cosas al mismo tiempo. Toda esa gente se ha
quedado ahora en una grave situación al quedarse, una buena parte, sin ningún
ingreso y otra con los ingresos disminuidos. Pero, hete aquí que la izquierda
tiene la solución, el salario social o renta básica. La renta básica es una
demanda tradicional de la izquierda, pero ya está ampliamente extendida en
España, tanto en CC AA, como en ayuntamientos, también donde gobierna la
derecha. Lo que se pretende ahora es hacerla extensiva a todos los ciudadanos
“en peligro de exclusión social” o “en grave estado de necesidad” y a
perpetuidad. Hay asuntos delicados de tratar, y de criticar, y este, sin
duda alguna, es uno de ellos, aún más cuando se hace desde un prisma óptico de
izquierda. Es de justicia, y de sentido común, que no se puede dejar caer a
nadie a las alcantarillas y que son muchos los españoles que por culpa de la
crisis y de las nefastas políticas implementadas en los últimos años en España
se encuentran en una grave situación económica, el problema es que,
en el sistema económico que vivimos, la creación de riqueza es imprescindible
para que el Estado pueda luego repartir. Es decir, no puede haber subvenciones
si no hay crecimiento económico y no puede haber crecimiento económico si no
hay inversión. El recurso al déficit y a engordar la Deuda Pública hasta cotas
estratosféricas, que es lo que se pretende, traerá muchos disgustos. Nadie
entiende que se quiera dar un salario social básico a otro millón de personas
en vez de darles un trabajo, aunque sea un trabajo social de media jornada ¿Es
que no hay nada que hacer, no hay trabajos sociales que hacer en este país? Nadie
lo entiende salvo que lo que se pretenda no sea que la gente tenga un ingreso
vital asociado a un trabajo o a una contraprestación social ¡menudo filtro! sino la creación
de una estructura clientelar. Parece de locos que con más de tres millones y
medio de personas apuntadas al paro y más de cuatro millones sujetos a ERTES
los agricultores se quejen de que no tienen mano de obra para recoger las
cosechas. Mientras algunos pretenden (Errejón) que los trabajadores muy
cualificados, los que tienen puestos directivos en las empresas, porque han
estudiado y se han esforzado mientras otros no quisieron hacerlo, paguen hasta
el 70% de su salario en impuestos, exactamente los mismos quieren que millones
de personan vivan a costa de los que trabajan sin dar un palo al agua. Sin duda
alguna esta no va a ser la medida estrella de la izquierda, va a ser su
perdición. Habrá menos creación de riqueza, habrá más paro, habrá más fraude
fiscal y habrá más déficit y más Deuda. La tormenta perfecta.
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