El sábado 18 de abril el
presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, nos anunció otras dos semanas de
encierro, algo que todos esperábamos, porque las cifras de contagios y de
muertos todavía no invitan al optimismo y sería una imprudencia otra alternativa.
La decisión del Gobierno, naturalmente, tiene que pasar por la aprobación del
Congreso de los Diputados, donde no creo que la oposición sea tan irresponsable
como para no votar a favor, salvo Vox, que ya votó en contra en la prórroga
anterior. Nuestro Gobierno empezó a actuar en esta pandemia un poco tarde,
pero, sin que esto sirva de consuelo, la mayoría de los países occidentales aún
lo hicieron después y alguno ni siquiera ha tomado ninguna medida. Paradigmáticos
son Suecia y los EE UU. En el país nórdico se lo han tomado a pitorreo y ahora
los inmigrantes, que son allí los más pobres, empiezan a caer como moscas. En
los EE UU, líder mundial de la pandemia, la ultraderecha se ha echado a la
calle con sus armas, exigiendo volver al trabajo y a la normalidad, mientras
los hospitales no dan abasto y tienen que enterrar a la gente en fosas comunes.
El presidente Trump, en Twitter, erigiéndose en su líder indiscutible, anima a
los irresponsables a presionar a los gobernadores. En España el coronavirus se
ha cebado con la población y en estos momentos nuestro país es de los más
castigados del mundo, pero todavía estamos en medio de la película, ya haremos
balance al final. Hemos tenido falta de seriedad con las cifras y el Gobierno
ha tenido que reaccionar, aunque también tarde. A la gente lo que más le asusta
no son las cifras de contagiados y de muertos, es la falta de rigurosidad y la
incertidumbre y no puedes tener un criterio hoy, otro mañana y otro pasado
mañana en el conteo. Tampoco podemos tener una idea exacta de la situación y
actuar en consecuencia si las cifras no son rigurosas ¿qué lo mismo está
pasando en otros países? pues sí, pero eso no sirve de disculpa. Pedro Sánchez
no quiso engañar a la gente y nos dijo que estamos en un escenario de incertidumbre
donde nadie sabe cómo va a evolucionar la situación. La desescalada empezará ya
el día 27 de este mes con la salida controlada de los niños a la calle, y puede
que también se pueda hacer deporte individual. A partir del 11 de mayo se
seguirá con más medidas. Es obvio que cuanto antes puedan volver a funcionar
los negocios, las empresas y la economía en general, tanto mejor para todos,
pero, en las primeras fases de desescalada la prudencia y la responsabilidad van a ser más
importantes que nunca y el presidente Sánchez ya nos ha dejado claro de que si volviéramos
hacia atrás en los contagios volveríamos al encierro.
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