miércoles, 22 de abril de 2020

LA VERDAD DE LA CRISIS


Mucha gente ya empieza a estar más preocupada por la crisis económica asociada a la crisis sanitaria del coronavirus que por el peligro que representa el bicho para su salud; es algo entendible, porque hay sectores productivos enteros cuya actividad se ha paralizado por completo y las ayudas de los Estados no van a ser suficientes para mitigar el impacto que va a provocar en la microeconomía, en la vida de las personas, la falta de ingresos cuando al mismo tiempo hay que sostener gastos, algunos básicos, como la alimentación y la vivienda. A mí lo que más me llama la atención es la prisa que los ciudadanos, que los Gobiernos, que la sociedad entera, tienen por volver a la situación anterior ¿De verdad pensamos que la crisis económica que vamos a padecer está solamente asociada al coronavirus o ya teníamos indicios, ya teníamos algunos datos, que apuntaban a una grave crisis económica y el coronavirus solo ha sido el detonante, solo la ha acelerado, solo ha comprimido en el tiempo lo que se nos avecinaba? Yo creo que, aunque no hubiera aparecido esta pandemia, el mundo estaba abocado igualmente a una grave crisis, no solo económica. Cinco son, a mi entender, las causas principales de una crisis de causas poliédricas que era inevitable: la sobreproducción industrial, el endeudamiento excesivo de los Estados, el despilfarro de materias primas, el acoso inmisericorde al medio ambiente y la ausencia total de planificación económica estatal. Quien piense que la solución a la crisis económica asociada a la crisis sanitaria del coronavirus es volver a lo que teníamos antes, a la situación anterior, se va a equivocar.

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