El día 7 de octubre de 2.018, es
decir, hace ahora poco más de un año, publicaba en este mismo bloj un artículo
bajo el título de “El día de las sentencias”, donde se apuntaban los
preparativos que estaban haciendo los independentistas catalanes para dar una
respuesta a las sentencias contra los acusados del Procés, enmarcadas, por
supuesto, en la misma estrategia de enfrentamiento con el Estado en la que
están inmersos desde hace ya bastante tiempo. Por aquel entonces me llegaron
algunas opiniones sobre que yo preveía algunas cosas que parecían exageradas,
como que tendríamos una segunda intentona de golpe de Estado, pero esta vez
violenta. Sin embargo, las recientes detenciones por parte de la Guardia civil
de una célula de los CDR con materiales para preparar explosivos parecen avalar
mis afirmaciones en aquel escrito. No solo eso, ya sabemos, aunque no del todo,
cuál va a ser la secuencia de los acontecimientos y eso también coincide con lo
que entonces yo afirmaba sobre que lo que podía pasar el día de la publicación
de las sentencias, que podríamos estar ante un calco de los acontecimientos que
sucedieron en Ucrania en la Plaza del Maidán ¿otra revolución u otro golpe de
Estado “de color” o de diseño? Dentro de pocos días conoceremos las sentencias
y como en este país “radio macuto” trabaja a destajo, pues ya sabemos, al menos
eso se dice, que serán unas “sentencias políticas”, es decir, aunque el delito
de rebelión fue más que evidente, solo se castigará el de sedición, que
contempla penas bastante inferiores. Ya veremos si, finalmente, es así. El alto
tribunal cometería un grave error si, con esta sentencia, quisiera hacer
política, en el sentido de facilitar una salida a este conflicto. No es esa su
labor, pero es que, además, yo estoy totalmente convencido de que la cantidad
de años que les puedan caer a los políticos catalanes presos importa muy poco a
los independentistas, que ya han dicho en múltiples ocasiones que no aceptarán
otra cosa que no sea la libre absolución, es decir, lo que saben que es un
imposible. Después de lo que sucedió, con la aplicación del artículo 155,
después de las detenciones de los que cometieron graves delitos y después de
las advertencias que la Justicia ha lanzado contra los conspicuos
independentistas si vuelven a las andadas, estos, que han visto que pueden acabar
en la cárcel, van a pasar el protagonismo a las masas y a esos grupos de
terrorismo urbano que llevan meses organizando, defendiendo y financiando. Es decir,
que nadie piense que va a haber una nueva declaración de independencia, ni
llamadas a la insumisión o al enfrentamiento desde el Parlament o desde el
Gobierno de la Generalitat, serán los CDR, la ANC, Ómnium Cultural y todo el entramado
independentista, incluido el mediático, el que tomará, por delegación, naturalmente, el protagonismo. Algo muchísimo
más peligroso, contra lo que será mucho más difícil actuar y contra lo que las
previsiones que se han hecho desde el Gobierno serán totalmente ineficaces e
insuficientes, más aún si tenemos en cuenta que no se quiere dar “la misma
imagen” de la respuesta de las Fuerzas del Orden el 1-O. Atentos.
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