El conflicto familiar de los
padres de Diana Quer, la chica que fue brutalmente violada y asesinada y cuyo
caso saltó a los medios, indignándonos a todos, sería uno más de los que
acontecen todos los días en España si no fuera porque, por aquella circunstancia
dramática, este matrimonio roto es conocido en todo el país. De esta forma, el drama de las denuncias por
malos tratos ha saltado otra vez a la palestra, y digo el drama de las
denuncias, y no los malos tratos en sí mismos, porque junto a las denuncias de
las mujeres vilmente maltratadas están las denuncias falsas, denuncias que se
hacen por venganza, por cuestiones económicas, para quedarse con la vivienda o
quién sabe por qué mas causas, como parece ser la del caso que nos ocupa.
Debemos recordar, hagamos un poco de historia, que esta señora ya había
presentado otras ocho denuncias contra su exmarido, denuncias que, al no estar
debidamente sustentadas, fueron todas ellas archivadas. También debemos
recordar que a Diana López la Justicia le retiró la custodia de su otra hija,
al haber pruebas evidentes de la relajación en las labores de madre en cuanto
al cuidado de sus hijas. Es precisamente la hermana de Diana Quer, que vive con
su padre, porque es el padre el que ejerce la tutoría por orden judicial, la
que ha dicho a su madre de todo, menos bonita, acusándola de hacer denuncias
falsas contra su padre. Pero, no es el objeto de mi escrito decir quien tiene,
o no, razón en este asunto, para eso está la Justicia, sino recordar, a quien
quiera escucharlo, que ese porcentaje ridículo de denuncias falsas por maltrato
que esgrimen las feministas, de solo el 0,006 del total, no parece que sea
cierto, parece, en verdad, mucho mayor y que eso supone, merced a las leyes de
género, que muchos hombres inocentes pueden ser detenidos sin prueba alguna,
solo con el testimonio de la mujer, y ser sometidos a un calvario social, y a
veces mediático, tremendo. Soy consciente que cuando dices estas cosas tienes
todos los números para que el nuevo totalitarismo te cuelgue los sambenitos de
machista y facha, a estas alturas de la película a mí eso ya me importa un
pimiento, antes me decían que tenía cuernos y rabo y tampoco era cierto. Debemos recordar que la
presunción de inocencia es un derecho de formulación constitucional que implica
que toda persona contra la que sea dirigido un proceso debe ser tenida como
inocente a todos los efectos hasta que no haya una sentencia firme en su contra,
también que el artículo 14 de nuestra Constitución deja las cosas muy claras
para el que tenga alguna duda: “Los españoles son iguales ante la Ley sin que
pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo,
religión, opinión o cualquier otra circunstancia personal o social” ¿Respetan las
leyes de género y el Código Penal estos preceptos constitucionales? francamente,
yo creo que no. Una de las medidas que sería necesario tomar es que las penas
para las denuncias falsas sean bastante más altas de las actuales, porque ahora
nadie entra en prisión por presentar una denuncia falsa, aunque con ella puede
arruinar la vida de la persona objeto de la denuncia. En concreto, si las denuncias
falsas de maltrato fueran penadas con cinco años de prisión se evitarían ese
0,006% de denuncias falsas que dicen las feministas, y eso, obviamente, iría en
favor de las mujeres verdaderamente maltratadas. Pero, surge un problema, que
las denuncias falsas sean en realidad muchísimas más que las que se dicen y que
entonces cayeran en picado las denuncias por maltrato, eso también sería bueno
para las mujeres verdaderamente maltratadas, pero muy malo para las que han
estado mintiendo, bien con sus denuncias o con su relato.
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