Desgraciadamente, teníamos razón.
Ya tenemos aquí la segunda parte del golpe de Estado de los independentistas
catalanes, ahora en forma violenta, ya tenemos aquí el “Maidán Catalán”, con
exactamente el mismo guion del golpe de Estado en Ucrania contra el presidente Viktor
Yanukovich, algo que no nos debe extrañar, porque la mano que mece la cuna
también es exactamente la misma. Esto sucede a cuatro semanas para las
elecciones generales del 10N y a nadie medianamente inteligente se le escapa
que esas elecciones van a estar muy mediatizadas por el problema catalán, hasta
el fútbol ya está mediatizado por este problema, y, en concreto, por la
respuesta que desde el Gobierno se dé a la situación ahora planteada en las
calles de Cataluña. Iván Redondo, el asesor del presidente del Gobierno
interino, Pedro Sánchez, es un tipo listo que ha demostrado su valía manejando
encuestas y elaborando discursos engañabobos, pero no es un buen profesional
para aconsejar lo que hay que hacer en determinadas situaciones críticas, me
refiero a situaciones donde hay que estar muy bien informado y tener muy claro
lo que tienes que hacer y contra quién, como es la situación actual en
Cataluña. Si el PSOE no toma las medidas acordes con la situación de insurrección y de terrorismo urbano en Cataluña perderá las
elecciones y con él se llevará al resto de la izquierda a pasar una muy larga
temporada en las catacumbas. Los españoles que tengan buena memoria y conozcan
bien nuestra Historia saben de lo que hablo, porque esta película ya la han
visto. Al contrario, el PP, que ya subía en las encuestas, no en las del CIS,
como la espuma puede ser, con toda probabilidad, el próximo partido del
Gobierno, bien en solitario o con el apoyo de las otras derechas. Las declaraciones,
en un discurso minuciosamente escrito y preparado, que ha hecho hoy 16/10/2.019
el presidente del PP y candidato de su partido a la Presidencia del Gobierno,
tras su entrevista con Sánchez, son inequívocas y van en el sentido de
aprovechar el asunto catalán en su propio beneficio, proponiendo medidas que los socialistas no se
atreven a tomar y dando una imagen de confianza, ante la gravísima situación
planteada, a los españoles. Cuando he visto hoy a Casado hablar he visto al
próximo presidente del Gobierno, y, como usted ya se habrá dado cuenta, tengo
la fea costumbre de acertar en mis previsiones. Pero, eso no depende de mí, no
depende de mis corazonadas, depende de lo que haga Pedro Sánchez.
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