Al calor de las algaradas
independentistas y sus actos de vandalismo, se ha producido en Barcelona el
asalto a varias tiendas, en concreto a comercios de conocidas marcas de ropa,
de productos electrónicos y de telefonía. Las imágenes que todos hemos podido
ver en las televisiones de esos pillajes, con gente llevándose televisores bajo
el brazo o los bolsillos llenos de móviles, han indignado mucho, pero no son,
para mí, más indignantes que el destrozo que los independentistas radicales han
hecho en la capital catalana y en otras ciudades importantes de Cataluña. Pero,
en el detalle que no ha caído mucha gente es en el perfil étnico de los
saqueadores, porque las imágenes no son muy claras y esos actos vandálicos han
sido de noche. Si usted captura esos vídeos, los edita, amplia las imágenes y
va a ese detalle que comento, verá que la mayoría de los saqueadores son
jóvenes magrebíes o subsaharianos. El asunto no es baladí, porque un componente
muy importantes en las manifestaciones y en las acciones de los
independentistas catalanes son los extranjeros, muchos que hay llegado allí de
forma irregular ¿Usted se imagina lo que le pasaría si fuera a Marruecos o a Camerún
a liarla parda para que se independizara una parte del territorio de esos
países? ¿Usted se imagina lo que le pasaría si fuera a Hong Kong a vender en su
tienda banderas independentistas como hacen las tiendas chinas en Cataluña? El
amor que sienten estos extranjeros por Cataluña y su apoyo a los
independentistas tiene mucho que ver con la patente de corso de que disfrutan
sus mafias allí, amparadas por el Gobierno de la Generalitat, y porque una
comunidad autónoma que tiene una deuda estratosférica, de 78.000 millones de
euros, dedica casi 4.000 millones de euros al año a “asuntos sociales”, desde
subvencionar la construcción de mezquitas hasta decenas de miles de salarios
sociales para los inmigrantes. Hace muy poco, algunos de esos partidos que se
llenan la boca clamando contra Torra y sus secuaces, como PP y Ciudadanos,
aprobaron en el Parlament, junto a los
independentistas y la izquierda, que los MENAS cobren un salario social, hasta
los 23 años, de 600 euros. Es lógico, por tanto, que Cataluña sea, con mucha
diferencia, la que más MENAS tiene, exactamente el mismo perfil de los que
saqueaban las tiendas de Barcelona. Así que no se extrañe usted al ver en las
manifestaciones de la Diada a miles de pakistaníes, magrebíes y subsaharianos
portando esteladas, pero esa gente tiene el mismo amor por Cataluña que los que
estos días quemaron cientos de contenedores, decenas de coches, rompieron
marquesinas de autobuses, los escaparates de las tiendas y el pavimento de las calles de
sus ciudades, un amor que emociona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario