sábado, 19 de octubre de 2019

LOS QUE SE PARTEN LA CARA


Me produce mucha indignación escuchar opiniones de gente irresponsable, incluidos altos dirigentes políticos de este país, poniendo en cuestión las actuaciones policiales en Cataluña ante el violento embate de los independentistas más radicales. Exactamente los mismos que se la cogen con papel de fumar para criticar las actuaciones de terrorismo urbano de los cachorros independentistas, critican a las Policías y a la Guardia Civil. El asunto no es nuevo, pues lo mismo sucedió el 1-O y también durante el acoso al Congreso de los Diputados. No estamos hablando de manifestaciones pacíficas, ni siquiera de manifestaciones violentas por la defensa del puesto de trabajo, estamos hablando de terrorismo urbano como el que ya padeció el País Vasco, terrorismo, llamemos a las cosas por su nombre, perfectamente organizado, planificado y dirigido por el Gobierno de la Generalitat, por Puigdemont, Torra y sus secuaces ¿El mismo que decía que apretaran más nos quiere convencer ahora de su pacifismo? La estrategia de los independentistas contempla varios vectores de actuación: propaganda internacional, manifestaciones pacíficas, pero también, en un salto evidente, el empleo de la violencia. Esto no es completamente nuevo, porque en el pasado ya vimos episodios claramente violentos, como el acoso a los funcionarios judiciales y a la Guardia Civil en la Consejería de Economía, por lo que algunos han sido condenados por el Tribunal Supremo, pero lo de ahora es una guerra urbana. Esas células terroristas están preparadas con criterios muy profesionales y tienen sus manuales de actuación para atacar puntos e instalaciones estratégicas y a las fuerzas policiales; estamos hablando de gente pertrechada con utensilios como bolas de acero, potenciadores incendiarios, botellas con ácido, cócteles Molotov, cohetes pirotécnicos, etc, que guardan incluso una cierta uniformidad en su indumentaria y con sus mochilas llenas de ese armamento y que están conectados y dirigidos a una sofisticada aplicación informática radicada en el extranjero para moverse con criterios militares. Pues bien, es a esas células de cientos, o incluso miles de CDRs, es a ese ejército de terroristas urbanos a los que se tienen que enfrentar los Mossos de Escuadra, la Policía Nacional y la Guardia Civil, fuerzas sujetas a la tensión que produce duplicar y a veces hasta triplicar los turnos, porque son claramente fuerzas insuficientes, con grave peligro para su integridad física, no porque lo diga yo, porque los dicen los partes hospitalarios con más de 200 agentes del orden heridos algunos en estado grave. Son esos profesionales los que se juegan el tipo en primera línea contra los golpistas, son esos profesionales los que se parten la cara en defensa de la Constitución y la Ley, en defensa de la seguridad de las personas, como lo hicieron en el pasado contra los terroristas de ETA. A todos ellos, gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario