viernes, 7 de agosto de 2020

EL NUEVO SINDICATO DE VOX




Hace pocos días Vox, el partido ultraderechista español, ha inaugurado el primer local de su nuevo sindicato ¿lo ha inaugurado en un barrio obrero de cualquier ciudad de nuestro país? no, lo ha inaugurado en el Barrio de Salamanca, el barrio de los ricos de Madrid, a los que ahora, desde que intervienen agrupados por Vox en política desde la calle y las redes sociales, se les llama “cayetanos”, por la extremista rica, marquesa, solo española (además de francesa y argentina) desde 2007 y portavoz parlamentaria del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, que sintoniza mucho más con Vox, como su padrino, Aznar, que con su propio partido. “Vox no es un partido fascista, le falta el componente social, Vox es un partido ultraliberal y ultracatólico”, la frase que Julio Anguita soltó en una entrevista sorprendió a mucha gente, pero el difunto exsecretario general del PCE y excoordinador general de IU, como siempre, sabía muy bien lo que decía. En efecto, el grupo parlamentario europeo de Vox no se integró con los partidos neofascistas europeos en Estrasburgo, con el partido de Le Pen y el de Salvini, por ejemplo, se integró con los ultracatólicos polacos, seguramente en esto tiene algo que ver que se dice que una de las fuentes de financiación de Vox ha sido el grupo militar ultracatólico mexicano “El Yunque” ¿Sabe usted que nombre le han puesto Vox y su inventor, Jorge Buxadé, el más extremista entre los extremistas ultraderechistas, a su sindicato? pues, le ha puesto el nombre de “Solidaridad”. Ahora solo hace falta que los de Abascal traigan a un Papa del Opus (con Francisco eso no va a poder ser) para que les bendiga su nueva sede sindical. Desde que desapareció el sindicato vertical con la llegada de la democracia y las libertades, ni la derecha ni la ultraderecha han tenido un sindicato en España, pero tomaduras de pelo y bromas ya hemos visto alguna ¿Se acuerda usted del pseudosindicato “Manos Limpias”, que en realidad las tenía sucias, y a qué se dedicaba? La ultraderecha en España ha vuelto para destruir, lo hemos visto todos con su grosera actuación en la pandemia del coronavirus, votando sistemáticamente en contra del Estado de Alarma e inundando las redes sociales de patrañas, de bulos y de montajes. A la ultraderecha no le gusta ni la democracia (cuando no mandan ellos, claro) ni las libertades y, lógicamente, tampoco le gustan las libertades sindicales. Vox está a favor del despido por baja médica, Vox está contra el derecho de huelga, Vox está contra los convenios colectivos sectoriales y, por tanto, contra la negociación colectiva, un instrumento que permite a los trabajadores, siempre en inferioridad de condiciones, no ser presionados en exceso por los empresarios, Vox está, en fin, a favor de que los trabajadores paguen la mitad de sus cotizaciones a los bancos. El nuevo sindicato ultraderechista es una quinta columna contra los trabajadores y contra los sindicatos de clase, ese es su único objetivo. Su estrategia será atacar a CC OO y UGT, aprovechándose de sus errores del pasado, para dejar indefensos a los trabajadores en plena crisis económica por el coronavirus. “Solidaridad” ni siquiera es un sindicato amarillo, es un insulto a la inteligencia de los currantes, y no va a desarrollar su labor en las empresas, a eso no se van a atrever ni los empresarios, ahora que papá Estado es más necesario e imprescindible que nunca, también para ellos, van a estar tan locos como para colaborar con esta gente, la piensa desarrollar en los medios ultraderechistas de propaganda, pues de eso se trata, de una operación de propaganda, a la que esta gente son tan aficionados y tienen tan históricos maestros. Para eso cuentan con algún diario afín, la cadena de TV “el Toro” y las redes sociales. Estamos ante una correa de trasmisión de Vox encantadora, tan encantadora como el propio Vox. Obviamente, fracasará.


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